- El estrés, una de las causas
Ruth Sansores
Cancún.- En Quintana Roo, la vida se torna difícil y violenta no sólo para las mujeres del hogar o en el área laboral, también para los niños, que al practicar lo que ven (la violencia), por lo menos un 50 por ciento la ejercen, tanto en el hogar como en la calle.
La falta de tiempo y el clima de Cancún, son el peor coctel de las familias y uno de los principales causantes no sólo del estrés, también de la violencia, que se refleja en agravio a las mujeres y la familia, llámense niños, e incluso hombres hechos y derechos.
De acuerdo a los registros del Observatorio de Violencia Social y de Género de la Universidad del Caribe, en un sondeo a mil 800 mujeres, al menos 3 de cada 10 mujeres están en peligro inminente de muerte, en particular en el ejido Alfredo V. Bonfil y las colonias irregulares Avante y Valle Verde.
En la Casa de Asistencia Temporal del Sistema Para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en Cancún, la situación no es diferente, porque en el lugar donde dan asilo a 60 menores, por lo menos la mitad afrontan problemas de personalidad, que rayan en la violencia.
Las mujeres y los niños que sufren violencia física o verbal, algunas veces logran “brincar” la faceta de victimario, para ser el agresor, sufren graves problemas de personalidad que los llevan hasta el suicidio, al no atreverse a denunciar a su agresor o simplemente no poder tolerar más golpes o presión psicológica.
Saúl García Argote, de la Casa de Asistencia Temporal del DIF describió las facetas de un menor violento, ya que se vuelve intolerante a las reacciones de otras personas, no controla impulsos ante situaciones que le generan incomodidad, no toleran la frustración y ejercen reacciones agresivas, ya sea con groserías, empujones o gritos, porque desean hacer su voluntad.