Un tesoro natural y cultural, en riesgo

• Pierde volumen por sequía y robo de agua

El lago de Pátzcuaro, un tesoro natural y cultural en el corazón de Michoacán, enfrenta una grave crisis ambiental que amenaza su existencia.

El lago de Pátzcuaro, un tesoro natural y cultural en el corazón de Michoacán, vive su peor crisis ecológica en los últimos cuarenta años, reconoció el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, no obstante negó que la isla de Janitzio esté por desaparecer.

Este cuerpo de agua, considerado un ícono de la región y un símbolo del estado, ha perdido más de la mitad de su volumen en los últimos años debido a una combinación de factores preocupantes.

La sequía recurrente ha afectado drásticamente los niveles de agua del lago. Las imágenes de la tierra agrietada que alguna vez estuvo cubierta por el lago son impactantes. Los habitantes locales, así como los visitantes, han sido testigos de la disminución dramática del espejo de agua. La falta de precipitación y la incapacidad del lago para reponerse adecuadamente han exacerbado la situación.

Ante esta situación, el mandatario estatal dijo que se trabaja de manera interinstitucional para hacer frente a la crisis que vive el famoso lago, pues en las últimas semanas, el gobierno de Michoacán ha implementado un operativo policial para frenar el robo de agua de la región lacustre de Pátzcuaro.

Al respecto, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal ordenó el desplazamiento de cerca de 200 efectivos con el propósito de generar un cerco policial. En ese despliegue, los uniformados decomisaron 18 bombas que sustraían ilegalmente el líquido vital, mismo que era utilizado para regar huertas de aguacate en la región purépecha.

El gobernador Ramírez Bedolla ratificó que su administración realiza diversas acciones para recuperar el equilibrio ecológico del lago de Pátzcuaro. Los presidentes municipales de Pátzcuaro, Erongarícuaro, Quiroga y Tzintzuntzan se suman también a los trabajos de preservación.

Grave crisis

El profesor-investigador decano del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (Inirena) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Arturo Chacón Torres, habló sobre las dificultades que atraviesa el Lago de Pátzcuaro por la sequía, la deforestación de la cuenca, la contaminación generada por la descarga de aguas residuales y la presunta extracción diaria de miles de metros cúbicos del vital líquido.

Tanto el especialista como autoridades auxiliares y lugareños refieren que buena parte del recurso natural se estaría destinando al riego de cultivos y plantaciones, principalmente a huertas de aguacate.

En 1989, el Lago de Pátzcuaro tenía 628 millones de metros cúbicos de agua y actualmente el volumen oscila entre 280 y 320 millones de metros cúbicos, lo que implica una pérdida equivalente al agua que almacena el Lago de Zirahuén, contrastó el especialista.

Estimó que, con las sequías del último año se aceleró la pérdida de profundidad. En los primeros meses de 2023 documentaron 10.35 metros en la zona más profunda del lago, situada entre Chupícuaro y San Andrés Tzirondaro, sin embargo, recientemente disminuyó a 8.7 metros.

Según el ingeniero naval Román Bustos Gómez, capitán de puerto en Pátzcuaro, en el último lustro el Lago de Pátzcuaro perdió por año entre 30 y 40 centímetros de volumen, lo que además de la pérdida de los dos canales de navegación ya citados, derivó en una serie de medidas aplicables en el Muelle General, mismas que van desde la habilitación de un puente de descenso y ascenso de personas a las embarcaciones unos metros hacia adelante, hasta a la reducción de pasajeros y carga en las mismas, baja velocidad en los recorridos y desplazamiento a través de un canal tres metros más estrecho.