- Continúa ola de protestas en rechazo a reelección
Poco a poco el discurso de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, se vuelve amenazante e incluso él mismo ha aceptado que se ha vuelto un “dictador” y que, si es necesario, habrá un gigantesco baño de sangre en el país que gobierna. “Habrá una guerra civil si así lo quieren los representantes de los intereses yanquis”, dijo en medio de una ola de protestas ante el desconocimiento oficial al triunfo de la oposición.
Incluso, Claudia Sheinbaum, mandataria electa de México, se unió a la voz del brasileño Lula da Silva, y a la de la demócrata Kamala Harris, de EU, e instó al mandatario venezolano a mostrar las actas electorales, donde pruebe y compruebe que ganó su reelección.
Reportan cerca de 500 detenidos y al menos 15 muertos por la movilización social.
Del lado de enfrente, millones de venezolanos han levantado la voz para gritar en todas las plazas públicas, calles y avenidas de la vinotinto: “ No tenemos mieeeeedo “ y derribaron de su pedestal monumentos que representan la figura de Hugo Chávez y al comunismo.
Cada vez son más las voces en el mundo que exigen a Maduro que muestre las actas y compruebe que ganó la elección.
La oposición, en voz de Corina Machado, afirmó tener en su poder el 93 por ciento de las actas electorales que dan el triunfo irrefutable a Edmundo González.
Parece que el principio del fin ha comenzado para Nicolás Maduro, que lleva once años en el poder, sometiendo a la miseria y pobreza al pueblo venezolano.