Derecho de réplica

José Luis Montañez

 

• El mes de septiembre cerró con 800 personas no localizadas

 

 

La crisis de personas desaparecidas en Quintana Roo ha alcanzado niveles alarmantes con un incremento significativo en los últimos años. Según datos oficiales recientes, el número de personas desaparecidas en el estado ha aumentado de 591, en mayo de 2022, a 1,213, en mayo de 2024.

El fenómeno de las desapariciones no se limita a una sola área del estado, aunque las zonas turísticas como Cancún, Tulum y Playa del Carmen han visto un aumento considerable en los casos reportados. En 2022, se registraron 66 niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas, incluidas seis extranjeras. Este año, la situación ha empeorado, con más de 130 personas desaparecidas en Playa del Carmen y Tulum, representando más del 70% de los casos reportados.

En este escenario, María López Urbina, encargada de la Comisión de Búsqueda de Personas en el Estado de Quintana Roo, reconoció que, aunque la cifra de desaparecidos va en aumento, un gran porcentaje de estos han podido ser localizados con vida. “Tenemos aproximadamente 800 desapariciones, de lo que tenemos reportado en septiembre, el 58% aparece con vida”

Destaca que la gran mayoría de las personas que cuentan con fichas de búsqueda y que no han podido ser ubicados es por delitos de alto impacto. Dado lo anterior y ante el hallazgo de cuerpos o restos óseos en los Semefo, se optó por realizar la toma de muestras genéticas forenses en coordinación con las colectivas de las madres buscadoras.

“Mantenemos un trabajo permanente con las integrantes de los colectivos Deysi, Romana y Marypaz, con quienes tenemos mesas de trabajo semanales y operativos de búsqueda, con la finalidad de dar respuesta a las familias afectadas y garantizar el derecho de las víctimas y sus allegados a saber la verdad y en su caso, a que reciban los restos de sus seres queridos de manera digna”, aseveró.

Cabe recordar que recientemente, colectivos de búsqueda encontraron un crematorio clandestino cerca de Cancún, lo que ha generado aún más preocupación entre la población. Este hallazgo sugiere la posibilidad de que algunas de las personas desaparecidas hayan sido víctimas de crímenes atroces, aumentando la desesperación y el miedo entre los familiares de las víctimas.

Los familiares de las personas desaparecidas y los activistas han exigido una mayor transparencia y eficacia en las investigaciones. Han organizado marchas y protestas para visibilizar la crisis y presionar a las autoridades a tomar medidas más contundentes. La comunidad internacional también ha comenzado a prestar atención a la situación, aumentando la presión sobre el gobierno mexicano para que actúe.

Aumenta violencia vicaria en Cancún

La violencia vicaria es una forma de violencia de género en la que el agresor utiliza a los hijos e hijas como instrumentos para causar daño a la madre o ex pareja. Este tipo de violencia se caracteriza por ser indirecta, pero extremadamente dañina, ya que afecta tanto a los menores como a la persona que es el verdadero objetivo del agresor.

En Quintana Roo, desde el año pasado, la violencia vicaria encabeza la lista de mayor número de atenciones que brinda el Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM) delegación Cancún y es que el 70 por ciento de las mujeres que buscan apoyo por algún tipo de agresión, lo hacen por la de este tipo.

La coordinadora del IQM en Benito Juárez (Cancún), Denia de Yta Bautista, reconoció que han detectado un incremento de este tipo de violencia que ejerce la pareja hacia la mujer

En este escenario, dijo, es importante levantar la voz sobre cualquier tipo de caso, y se comprometió a que darán un acompañamiento completo a las víctimas, por parte de esta dependencia estatal.

Otro tipo de violencia del que notaron un aumento es la violencia digital. “Es muy importante poner especial atención a estos asuntos”. y por ello desde el IQM generan acciones para lograr conciencia entre la población e ir bajando estas cifras paulatinamente.

A esto añade: “A pesar de la Ley sobre Violencia Vicaria que entró en vigor a finales de 2022, los casos existen y hemos notado un incremento. Los hombres siguen utilizando esta medida hacia las mujeres para ejercer algún tipo de presión, nosotros a través del IQM damos acompañamiento a esas personas afectadas”.

De Yta Bautista dijo que van más allá de las atenciones a las mujeres, pues imparten cursos de las nuevas masculinidades, donde se busca erradicar las conductas machistas, y así no afectar a los hijos. “En ocasiones no es fácil trabajar en la cuestión de las nuevas masculinidades, ya que es algo que les cuesta entender a los varones, pero es una situación que se debe atender a fin de reeducar a los agresores e ir disminuyendo cualquier tipo de violencia en contra de las mujeres”, señala.

Finalmente, destacó: “Nosotros estamos para apoyarlas, acompañarlas, representarlas y sobre todo el tema psicológico, que no lo vean como un tema tabú, o que solamente los locos van al psicólogo, sino para reconstruirse y sanar esas heridas que te puede dejar cualquier tipo de violencia”.

Un fenómeno a nivel nacional

En 2024, se han implementado importantes reformas legales en México para abordar la violencia vicaria, por ejemplo, en la Ciudad de México se ha tipificado este tipo de violencia como delito en su Código Penal, estableciendo sanciones de hasta seis años de prisión para los agresores.

Esta medida busca proporcionar un marco legal más robusto para proteger a las víctimas y castigar a los perpetradores; y aunque no existen cifras oficiales exactas sobre el número de víctimas de violencia vicaria en México, se estima que miles de mujeres y niños han sido afectados.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) brindó apoyo a más de 150 mujeres víctimas de violencia vicaria en 2022. Además, la Secretaría de Salud ha registrado un aumento en los casos de violencia familiar, muchos de los cuales pueden estar relacionados con la violencia vicaria.

Las consecuencias de la violencia vicaria son devastadoras, tanto para las madres como para los hijos. Los menores pueden sufrir trastornos emocionales y psicológicos graves, mientras que las madres enfrentan un dolor profundo y una lucha constante por recuperar a sus hijos. Activistas y víctimas han señalado la necesidad de una mayor sensibilización y capacitación de las autoridades para atender adecuadamente estos casos.

Historias como la de Dulce Mildret Sainz Torres, una madre que ha luchado por recuperar a sus hijos después de ser víctima de violencia vicaria, destacan la gravedad del problema. Mildret ha enfrentado amenazas, manipulación y un sistema legal que a menudo no está preparado para manejar estos casos. Su testimonio refleja la desesperación y el sufrimiento de muchas mujeres en México.

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