El artista escribe…
Pambo
Tomando las decisiones correctas, escogiendo bien a tus mecenas, y haciendo canciones impecables de forma y contenido, se puede conquistar el mundo entero.
Mucha gente a lo largo de mi carrera me ha preguntado cómo es “ser artista”.
Por qué lo elegí, desde cuándo lo hago, cómo se hace una canción…
Mi respuesta es siempre la misma: No lo sé.
Y es verdad. Desde que era pequeña sabía que este era mi camino. Que no podía (y mucho menos quería) dedicarme todos los días a algo que no fuera crear. Yo desayuno, como y ceno ideas.
Lo que no era parte de mis planes, es todo lo que involucra vivir de eso.
La radio, las disqueras, los abogados, la contabilidad, el público, el “negocio”.
He ahí donde todo se complica y los artistas empezamos a ser, inherentemente, empresarios.
La vida de un músico en estos tiempos, es casi una doble vida.
Nos dividimos el tiempo entre componer, grabar, cantar, hacer entrevistas, buscar el encuadre perfecto para instagram, pensar en “vines” chistosos, aprender a usar Snap Chat, diseñar y/o aprobar estrategias de marketing, campañas publicitarias y otros conceptos que no figuraban en el esquema mental del sueño infantil de hacer historia con melodías.
La aparición de internet revolucionó el mundo en todos aspectos y, claramente, la música es uno de ellos. Ahora, las canciones son gratis o casi gratis para todos, menos para los que las hacemos.
Las ganancias se reparten entre un sinfín de personas que por haber invertido su confianza, plataformas y en el mejor de los casos capital en tus obras, merecen un tajo.
“Hacerse viral”, tener mas “likes” o “views” se ha vuelto una prioridad en los ojos de las agencias que venden nuestros shows o imagen.
Lo increíble de todo esto, es que a pesar de que suene a una vendimia despiadada (y tal vez que lo sea), hay un secreto escondido en la profundidad de toda esta catástrofe moderna.
EL ARTE CAMBIA VIDAS
*** Cambia a quien lo hace y a quien lo recibe
Es cierto que un mánager puede ser tu peor enemigo, pero también puede ser tu cómplice. La tecnología, nos guste o no, es una gran herramienta de difusión y en la mayoría de los casos, es gratuita. Tomando las decisiones correctas, escogiendo bien a tus mecenas, y haciendo canciones impecables de forma y contenido, se puede conquistar el mundo entero.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo se trascienden las barreras del tiempo y un sencillo de verano termina siendo un clásico, pero pasa, y es ese sueño el que nos mantiene aquí. Viviendo y sintiéndonos vivos.
