Se dispara venta de flores en mercados y cementerios

  • Al menos 20 mil personas visitan panteones de Cancún este 1 y 2 de noviembre
Ruth Sansores

 

Previo a la celebración del Día de Muertos, los familiares tomaron sus previsiones para acudir en los horarios de visita al cementerio, donde los colores le dieron vida al lugar que durante la mayor parte del año permanecen desolados.

Previo a la celebración del Día de Muertos, los familiares tomaron sus previsiones para acudir en los horarios de visita al cementerio, donde los colores le dieron vida al lugar que durante la mayor parte del año permanecen desolados.

Cancún.- La venta de coloridas flores en la celebración de Día de Muertos ocasionó que el costo del producto oscilara entre los 20 hasta 45 pesos dependiendo el número de piezas y tipo de flor, al tener mayor demanda las de cempasúchil, tulipanes, nube y flor de amaranto, mejor conocida como “moco de pavo”.

La economía local no fue impedimento para que las moradas de los que ya no están, no tengan flores, ya que la población buscó desde las más económicas como la “nube” de 10 pesos hasta las más costosas como el cempasúchil lo que disparó las ventas hasta un 90 por ciento.

La venta en el mercado, en las puertas de los panteones, y florerías no fue similar a la de grandes cadenas comerciales, que con anticipación vendieron el producto, y a bajo costo, los locatarios del 23, como Rosa Chan, explicaron que las ventas no fueron malas, aunque pudieron ser mejores.

Refirió que por fortuna, la gente sí gusta del cempasúchil, también piden muchos tulipanes y “moco de pavo”, además de margaritas entre otras flores económicas que tienen igual colorido al oscilar entre los 15 hasta 25 pesos cada una o ramito.

Más de 20 mil visitaron los panteones de Cancún

La celebración del Día de Muertos en Cancún propicia que los vivos le den todo su afecto a sus “muertitos” al limpiar y pintar su morada, convivir con ellos tal como sucede en los panteones públicos “Los Olivos, y los Álamos”.

Los Olivos ubicado en el región 99, de acuerdo al responsable de la administración Jorge Alberto Sánchez Carrillo, es el que más visitas recibe, y al igual que otros años, se espera que al menos 20 mil personas visiten los panteones de Cancún este último día 2 de noviembre.

Los Álamos con domicilio en la región 91, es el primero que se creó en la ciudad, es el más olvidado por los familiares y sólo cuenta con la “manita de gato” que le da el ayuntamiento a todos los camposantos ya que al menos la mitad de las moradas de los difuntos no reciben visitas los días de fiesta el30 de octubre, 1 y 2 de noviembre.

Limpian sus huesos y platican con ellos

En la comunidad de Tres Reyes, del municipio de Lázaro Cárdenas, los pobladores en la celebración del Día de los Muertos, en el Hanal Pixan (Comida de las ánimas), acuden al panteón local a limpiar los huesos de sus fieles difuntos y platican con ellos.

Con el fin de preservar la cultura maya y recordar de una manera especial a los parientes difuntos, habitantes de esta población, en colaboración con una operadora eco-turística, compartieron el tradicional festejo de Hanal Pixan.

Trescientos visitantes extranjeros, interactuaron con familias mayas para decorar los altares con velas, flores, jícaras con agua y platillos típicos, mientras aprendían sobre el significado de los elementos y antiguos ritos que han ido evolucionando con el sincretismo religioso.

En el ocaso de la tarde sonaron los caracoles y percusiones, invitando a los visitantes y pobladores a descender al Cenote de la Vida donde el sacerdote maya don Crisanto Cahum, acompañado de ocho chamanes, dirigió una vibrante y emotiva ceremonia para recordar a los queridos difuntos.

Entre el humo del incienso de copal, luces de veladoras y aroma a flores y selva, se elevaron rezos y cantos por el bienestar de las almas que han dejado este mundo.

Tras salir de la espesa vegetación del cenote, los asistentes disfrutaron los platillos típicos que incluyeron los vaporcitos de chaya, chirmole de cerdo, sopa de calabaza y cremitas de coco.

Las recetas tradicionales fueron elaboradas por las señoras de la comunidad, utilizando insumos orgánicos, por lo que la “comida de las ánimas” (Hanal Pixan en maya), resultó ser un gran festín para los vivientes.

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