- Por ello, el Reglamento de Limpia establece un procedimiento de inspección y vigilancia
Manuel González
Es indispensable contar con el apoyo de la ciudadanía para informar a las autoridades competentes sobre los tiraderos clandestinos.
Chetumal.- El creciente problema de los residuos sólidos en Othón P. Blanco se origina básicamente en el aumento de la población, por lo que, pese a los esfuerzos por aumentar recursos materiales y humanos para abatirlo, resulta un reto difícil, expresó el presidente municipal de Chetumal, Carlos Mario Villanueva Tenorio.
En este sentido, el primer edil consideró indispensable contar con el apoyo de la ciudadanía para informar a las autoridades competentes cuando detecten posibles infracciones a los reglamentos municipales para hacer valer sus demandas y, como consecuencia, se impongan las sanciones recientemente aprobadas cuando el daño sea contra la colectividad. El edil puntualizó que el Reglamento para la Prestación del Servicio Público de Limpia, Recolección, Transporte, Tratamiento y Disposición Final de Residuos Sólidos establece un procedimiento de inspección y vigilancia, aunque carecía de algunas formalidades legales que imposibilitaban la aplicación correcta de sanciones a los infractores.
Asimismo, dijo, carecía de algún apartado a través del cual la población denuncie ante las autoridades la posible violación de reglamentos municipales, y de ahí que se modificará una serie de artículos, entre ellos los relacionados con las autoridades competentes para ordenar y ejecutar visitas de inspección, levantamiento y elaboración de actas administrativas por infracciones.
Las segundas, dijo, son los inspectores de Servicios, de Desarrollo Urbano y del Medio Ambiente, mientras que las terceras son el propio munícipe, el Ayuntamiento y el Juez Calificador, aunque reiteró que no habrá ningún favoritismo con nadie.
Por último, el primer edil comentó que el procedimiento también podrá iniciar con denuncia escrita o comparecencia del agraviado ante las autoridades ordenadoras, o bien del agraviado o cualquier persona que observe algún hecho probablemente constitutivo de una infracción.
