• Lidió astado de pitones astillados y otro rajado

Incierta, la despedida de “Zotoluco” en Cancún. Eulalio, silencio y dos orejas, Diego Silveti, oreja y ovación.

Cancún.- Ante media entrada en la plaza de toros de esta ciudad, se realizó el mano a mano entre Eulalio López “Zotoluco” y Diego Silveti, donde se lidió un encierro mal presentado de la ganadería La Estancia.

El primero en abrir plaza fue precisamente “Zotoluco”, quien vistió para la tarde un traje tabaco y oro.

Su enemigo de nombre “Tío Pájaro” de 480 kilos, resultó astillado de pitones, berrendo y mal parado.

La suerte no le favoreció, pese a brindarle el primer toro a Jorge Ávila, empresario del coso de la Bonampak.

En la espada “Zotoluco” falló 4 veces y atinó a la quinta, aunque tuvo que usar el descabello para terminar con “Tío Pájaro”.  El segundo de la tarde fue para Diego Silveti. Un astado de nombre “Andasolo” de 535 kilos, paliabierto y berrendo de pelaje.

A este astado los banderilleros colocaron par de aretes mal y dos buenos, mientras que en el tercio de varas el picador lanzó la puya algo trasera, lo que provocó la ira de los villamelones.

Silveti falló al momento de tirarse a matar, pero recuperó la templanza en el segundo intento, sumiendo la espada hasta los tuétanos de “Andasolo”.

Esta acción le valió que el juez de plaza le concediera un apéndice.

Ya para el tercero de la tarde, “Zotoluco” recurrió a la antigua cábala de no brindar el toro a nadie, y lanzar la montera por la parte trasera.

El astado de nombre “Compadre”, le salió rajado, de pelaje cárdeno el cual pesaba 540 kilos.

Sabiendo que era su última lidia en Cancún, “Zotoluco” citó al toro por la derecha, pero luego descubrió que era más propicio a la izquierda, lo que arrancó varios “oles” de los tendidos.

El diestro fue eficaz con la espada y la muleta, lo que le valió dos apéndices, uno que le concedió el juez de plaza y otro por presión de un grupo reducido.

El último fue “Escondido” de 490 kilos, el cual fue para Silveti, quien poco hizo para recuperar a este toro de pelaje sainado, el cual lo desarmó dos veces y le dio un aviso.