Tras la puerta del poder

Roberto Vizcaíno

• El centro de los embates será sin duda el puntero Enrique Peña Nieto, quien saca dos a uno a sus contrincantes
• Vázquez Mota y López Obrador podrán comprobar si lo que dicen de Peña es real
• Beltrones jugó un papel central para evitar el rompimiento social y constitucional en 2006

 

No hay plazo que no se cumpla. Y como no lo hay, por fin el próximo domingo veremos el primer debate entre los 4 candidatos presidenciales inscritos ante el IFE.

El encuentro se realizará a las 20:00 horas de ese domingo en uno de los salones del World Trade Center entre Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri.

De todos ellos, el único con experiencia de un debate presidencial es AMLO. Eso no le agrega ninguna ventaja al de Macuspana.

Por lo que se sabe cada uno y a su modo, se han preparado para este encuentro. Unos con ayuda de expertos y otros confiados en su propia capacidad de respuesta y personalidad definida.

Lo único cierto es que los 4 llegan en posiciones definidas por las encuestas: Peña Nieto con un promedio de 50 puntos de preferencias electorales, Vázquez Mota con un 25 por ciento, Andrés Manuel con un 23 y Quadri con poco más de un punto.

Es obvio que el blanco de los tres últimos será el puntero Peña Nieto. Las baterías de estos 3 candidatos sin duda se enfocarán a minarlo, bajarlo de esas preferencias para a su vez ellos ganar puntos.

La oportunidad es prácticamente única y sólo habrá una réplica, el debate previsto para realizarse el domingo 12 de junio en Guadalajara.

Lo que puedan hacer Vázquez Mota, López Obrador y Quadri el domingo próximo será esencial para subir sus porcentajes favorables. Si fallan, si no lo aprovechan, si no tienen nada para minar a Peña Nieto, entonces pasarán a la historia como esos candidatos a quien el mexiquense arrasó.

Y es que las preferencias acumuladas por el priísta son casi de dos o más a uno entre él y el resto. Se antoja casi imposible que lo puedan alcanzar y mucho menos superar. A menos de que alguno de ellos tenga una verdadera bomba escondida contra el mexiquense.

La pregunta lógica es que si esa bomba existiera, ¿para que se tendrían que esperar al debate?

En fin.

Las señales indican sin embargo que el equipo de Peña Nieto ha revisado e indagado, discutido y analizado prácticamente toda la vida de su candidato, de todos sus dichos y hechos, sin encontrar nada que pudiera exponerlo de tal forma que pudiera correr el riesgo de perder.

Por lo demás se sabe que el mexiquense viene entrenándose desde hace semanas para el debate, que su equipo ha logrado recrear cada uno de los personajes a los que se enfrentará y con ello los expertos en debates que lo asesoran lo han capacitado y dotado de elementos como para superarlos con cierta facilidad.

Ya veremos en el debate mismo si eso es cierto.

Por lo pronto, Peña Nieto se quedará esta semana en el Distrito Fedeal, para repasar cada uno de los aspectos del debate y sólo saldrá el miércoles a Hidalgo, para asistir a un acto masivo con motivo del Día de la Santa Cruz.

Fuera de eso, prácticamente nada lo distraerá del asunto del debate.

Ya verán entonces López Obrador que Peña si puede hablar sin telepronter, y que sí tiene contenido y capacidad de respuesta; Vázquez Mota comprobará que el mexiquense si la puede llevar al baile mediático y político y Quadri entenderá que Peña puede ser benévolo con los débiles y desposeídos.

Ya pronto lo veremos…

 

MANLIO SE MUEVE

La memoria popular es ingrata con los políticos. En los hechos hoy pocos recuerdan y valoran el papel inteligente, sereno que jugó el senador sonorense Manlio Fabio Beltrones a fines de 2006, hace apenas 5 años y medio.

Beltrones llegó en septiembre de ese año como coordinador de su bancada al Senado, para convertirse en el principal elemento de garantía de una transición institucional que conjurara el rompimiento constitucional al que querían llevar al país Andrés Manuel López Obrador y los suyos.

Por un lado lanzó una propuesta que para muchos era una quimera, la de una Ley de Reforma del Estado que se sustentaba en la promesa de ir a una Reforma Político-Electoral que garantizaría que nunca más México viviría una elección como la de julio de 2006, y por el otro alineó a sus senadores y a la mayoría de los diputados de su partido, coordinados entonces por su amigo Emilio Gamboa, para que fuesen el 1 de diciembre de 2006 a la sesión donde debería tomar posesión Felipe Calderón.

Beltrones mantuvo alejados a sus senadores y a los diputados del PRI del enfrentamiento que vivían los legisladores panistas y perredistas, petistas y de Convergencia, y con ello creó una fuerza política confiable, ecuánime, imparcial, que era respetada por unos y otros.

Este conglomerado fue quien hizo posible la toma de Calderón el 1 de diciembre de 2006.

No se trataba de que Calderón se entregara después en brazos de los priístas, sino de salvar al Sistema Político Institucional vigente, para reformarlo y adecuarlo para que dentro de la paz social, pudiera avanzar.

Hoy México vive los frutos de esa visión y defensa de Beltrones. No le alcanzó lo hecho para ser él el candidato presidencial de su partido, pero sí para garantizar otra transición institucional.

Hoy Beltrones es candidato a diputado federal. Va con seguridad a coordinar a los diputados priístas que lleguen a la siguiente legislatura.

Desde esa cámara vivirá una nueva etapa en la que, si no hay sorpresas, habrá de nuevo un Presidente de la República emanado del PRI.

Será algo nuevo, distinto de lo vivido ya por él en otras legislaturas. El país ha cambiado y serán otras las formas de interacción del Poder Legislativo con el Poder Ejecutivo.

¡Habrá espacio para las reformas que quería impulsar en esta legislatura?

Quien sabe. Hay quienes dicen que Beltrones será el coordinador, pero que quien dirigirá la fracción será Peña desde Los Pinos. Eso significa que estará acotado y que deberá seguir un guión que no es el suyo.

No lo creo. No son tiempos de jugar vencidas, sino sumar esfuerzos. Y Beltrones es un político completo. Sabrá sin duda cómo negociar. Y más si el Presidente es de su partido.

Por lo pronto, Beltrones pidió reconocer que en estos últimos 6 años, él, los suyos y los otros, lograron modernizar al Senado.

“A pesar de las diferencias ideológicas y la diversidad regional que representamos, logramos construir acuerdos y cumplimos la tarea de legislar, ya que en el Senado expresamos el anhelo de cambio y de modernidad de nuestra sociedad”, reflexionó.

En esto también cuenta, dijo, el nuevo edificio, la primera sede propia de la Cámara alta mexicana.

“El ciclo de reformas institucionales en materia electoral, energética, de seguridad pública, justicia penal y amparo, derechos humanos y, recientemente, en el ámbito político, constata el compromiso reformador y el anhelo de modernidad con justicia, libertad y desarrollo que ha guiado nuestra función parlamentaria y que, entendemos, debe tener un Senado moderno.

“No se rehuyó ningún tema, por controvertido y espinoso que pareciera. Inquietudes tan sensibles como la trata de personas, la desventura de los jóvenes, la sequía y la atención a las víctimas civiles y militares de la violencia criminal, han sido atendidas y los compromisos se han traducido en legislación como en el reciente caso de la Ley General de Víctimas.

“Hubiéramos deseado trabajar aún más en la actualización de nuestras leyes, hacerlo con la capacidad de respuesta ágil que exige la vertiginosa velocidad de los cambios en la sociedad, e instaurar mecanismos que permitan reducir las controversias constitucionales entre los poderes de la Unión, las cuales han paralizado en ocasiones el quehacer legislativo y gubernamental.

“Convencidos de que México tiene el capital político, social y humano necesario para salir adelante, a partir de la conclusión de nuestra responsabilidad -en agosto próximo- continuaremos nuestro esfuerzo colectivo y de servicio público para construir un México más justo, libre y solidario”, concluyó.

Beltrones despidió así esta etapa legislativa, en la cual los riesgos reales fueron muy graves. Hoy emprende otra, distinta, como distinta será la vida para los mexicanos a partir de la elección federal de julio próximo.

rvizcaino@gmail.com