• La ciudad brasileña asumió desde ayer formalmente la responsabilidad de organizar los Juegos Olímpicos de 2016

Londres, Inglaterra.- Adiós Londres… Hola Río. Luego de 17 días de competencias, los Juegos Olímpicos de Londres bajaron el telón ayer con una majestuosa fiesta de rock y el pop, géneros en los que Gran Bretaña ha prodigado al mundo artistas fabulosos, algunos de los cuales estuvieron presentes en la ceremonia de clausura.

Además del espectáculo de cierre, que contó con actuaciones de bandas y artistas como The Who, George Michael, Annie Lennox y Spice Girls, la ceremonia marcó la entrega de la bandera de los cinco aros de parte del alcalde londinense Boris Johnson al presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, quien a su vez la puso en manos de Eduardo Paes, el titular del gobierno de Río de Janeiro.

A partir de este momento, Río asume formalmente la responsabilidad de realizar los próximos juegos.

Así que no sólo hubo rock, sino también samba y otros géneros musicales interpretados por artistas brasileños.

La ceremonia de clausura de la trigésima edición de los Juegos Olímpicos dio inicio con una cuenta regresiva y una reproducción del monumento más famoso de Inglaterra, el Big Ben.

Tras el inicio, aparecieron más monumentos británicos y vehículos revestidos de periódicos, pues la temática gira alrededor de un día de trabajo. La primera actuación corrió a cargo de Emeli Sande, que luego dio paso a un discurso del actor Timothy Spall, que interpretó a Winston Churchill en la película “El discurso del rey” y leyó unos versos de Shakespeare desde lo alto del Big Ben.

El segundo turno fue para los Pet Shop Boys, que cedieron el paso al grupo del momento One Direction y continuaron con el espectáculo de Stomp.

Tras un espectáculo acrobático en medio del escenario donde también se encuentra una reproducción del London Eye, apareció Ray Davis, ex vocalista de The Kings.

Tras la actuación de Davis, apareció de nuevo Sande para dar paso al desfile sin protocolo de los abanderados de las delegación de cada país y posteriormente iniciar el paso a los medallistas de la justa deportiva, quienes salieron de entre el público y bajaron al campo deportivo, con música de fondo.

Sobre el escenario que simula una gran bandera británica, se desplegaron bailarines con 303 cajas para formar una pirámide que después dio inicio a la ceremonia de premiación del maratón, donde el ugandés Stephen Kiprotich recibió su medalla de oro.

Los kenianos Abel Kirui y Wilson Kipsang Kiprotich también recibieron las medallas de plata y bronce respectivamente.