La ley de Herodes
José Luis Montañez
Alfredo del Mazo, la entrega de la plaza.
Si Enrique Peña Nieto entregó las llaves de Palacio Nacional en 2018 a Andrés Manuel López Obrador y a su partido Morena, no veo por qué razón, Alfredo Del Mazo Maza, gobernador priista del Estado de México, no le entregue al tabasqueño la plaza del Estado de México para que la gobierne la profesora texcocana Delfina Gómez y con ello marchar tranquilamente a su sucesión en 2024.
Ya, a lo largo de estos años, ha quedado más que demostrado cómo los mandatarios en turno de muchas entidades se doblan ante AMLO, dando la espalda a sus partidos políticos y grupos para entregar el poder estatal y disfrutar de una embajada, cargo público o impunidad.
Ejemplos: Quirino Ordaz, de Sinaloa; Omar Fayad, en Hidalgo o Carlos Joaquín Gonzaléz, en Quintana Roo, por citar algunos.
Y es que, por supuesto, el proyecto político de continuidad para que la 4T siga gobernando al país de 2024 a 2030 pasa forzosamente por la aduana del Edomex, entidad gobernada por el PRI durante casi un siglo y cuna del mítico Grupo Atlacomulco.
Es tal el desencanto en las filas del PRI mexiquense en este momento al ver a su abanderada a la gubernatura, Alejandra Del Moral Vela, sin una campaña estructurada, que prenda al electorado, que ya se habla de sustituirla o bien con la diputada federal, Laura Barrera Fortoul o bien con Martha Hilda González Calderón, secretaria del Trabajo del gabinete de Alfredo Del Mazo.
Y es que en el PRI mexiquense no se observan, ahora, más que disputas, manotazos y caras largas entre el círculo más cercano de Ale Del Moral, compuesto por Alejandro Ozuna, su ex pareja sentimental, Ricardo Aguilar, la propia Laura Barrera, José Manzur, Carolina Monroy, Eric Sevilla y Edwin Lino.
En este sentido, se especula que todo se debe a que Del Mazo Maza ha pintado bien su raya y no voltea a ver a la candidata de la Alianza Va por el Estado de México, ni para tomarse una selfie.
En una palabra, el proyecto político del PRI para retener la gubernatura del Estado de México está a la buena de Dios, paralítico, sin pies, ni cabeza y en manos de buitres hambrientos de repartirse el botín de la campaña que consiste en los recursos que habrá de autorizar el IEEM a cada una de las candidatas a gobernar la entidad mexiquense y que pueden ser cercanos a los 300 millones de pesos.
Por cierto que en el cuartel priista cayó como balde de agua fría el cese fulminante, hace unas semanas, de Jorge Pérez, quien se desempeñaba en el cargo de director de Comunicación Social de la administración Del Mazo Maza.
Ello, ante una denuncia formal en el Instituto Electoral Mexiquense por el líder morenista Horacio Durate, jefe de la campaña política de Delfina Gómez, sobre el presunto desvío de recursos públicos a la campaña de Alejandra.
Ya antes, durante la interna del PRI y luego la precampaña de la abanderada tricolor, se había especulado que JP autorizó y pagó unos 50 millones de pesos con recursos públicos por 300 espectaculares promoviendo la figura de Ale.
Ana Lilia Herrera Anzaldo
Aquí vale la pena destacar el papel que está jugando la diputada federal Ana Lilia Herrera Anzaldo dentro de la campaña de la representante priista y aliancista, Alejandra Del Moral Vela, pues aunque la legisladora federal cuenta con miles de seguidores en el estado y una buena imagen ante el electorado, no se le permite mover un alfiler dentro del PRI estatal para apoyar y que el proyecto político de su compañera de partido despegue y tenga posibilidades de competir, cuando menos de manera decorosa, ante su oponente morenista Delfina Gómez.
La oriunda de Texcoco se mantiene en las encuestas hasta quince puntos arriba en las preferencias electorales para ser la primera gobernadora del Estado de México. Todo mundo da por hecho que en este segundo intento a Delfina le va a ir requetebién.
Piensan que Ale puede tirar la toalla
Acostumbrados a imponer su ley y manejar los procesos electorales de manera ventajosa para el tricolor, los integrantes del llamado Grupo Atlacomulco, donde militan priistas distinguidos de la talla de Enrique Peña Nieto, Arturo Montiel Rojas, Eruviel Ávila Villegas, Emilio Chuayffet Chemor, César Cámacho Quiroz y Alfredo Baranda, no han dicho siquiera esta boca es mía para apoya a su candidata. Eso sí, se tomaron una foto hace meses con Ale, menos Peña, por supuesto, pero de ahí en fuera no han movido un dedo para llenar de simpatizantes o cuando menos “acarreados” los mítines o presentaciones de Alejandra.
Del Mazo Maza sólo impuso su fuerza política para que Alejandra Del Moral fuera designada candidata del PRI al gobierno del Estado de México, pero de ahí en fuera, no la apoya en lo más mínimo, parece dar la impresión de que el tercero de la dinastía Del Mazo ya decidió entregar la plaza del Estado de México a la 4T, como en su momento lo hizo con la Presidencia del país, en 2018, su primo Enrique Peña Nieto, quien dócil como cordero, entregó las llaves de Palacio Nacional a AMLO y su grupo. Después EPN se fue a vivir muy campante a España donde disfruta de su inmensa fortuna y parejas temporales.
Así las cosas en el Edomex, donde todo mundo ya ve y comenta que a Alejandra Del Moral la están utilizando para que en las votaciones del primer domingo de junio próximo, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador tenga en su manos la gubernatura del Estado de México, la joya política de la corona y con ello camine sin ningún problema a retener para su instituto político la Presidencia de México en 2024.
