OMS alerta de riesgo por atragantamiento

  • El organismo internacional llama a padres de familia a estar atentos de que no ingieran cuerpos extraños
Yolanda Montalvo
Maniobra Heimlich para ahogamiento por objetos extraños o comida.

Maniobra Heimlich para ahogamiento por objetos extraños o comida.

Tres de cada diez niños aspiran o ingieren cuerpos extraños y es la segunda causa de muerte en menores de tres años.

Por tal motivo, en DIARIOIMAGEN compartimos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre qué hacer en estos casos.

Si el niño no puede decir que se está ahogando, otros signos son incapacidad para hablar, tos débil, respiración ruidosa o sonidos chillones al inhalar, dificultad para respirar, color azulado de la piel, pérdida del conocimiento, si sigue la obstrucción.

Siga estos pasos: Pararse detrás del niño y rodearlo con los brazos por la cintura. Cerrar un puño y colocar el lado del pulgar justo por arriba del ombligo, abajo del esternón. Tomar el puño con la otra mano. Efectuar compresiones rápidas hacia arriba y hacia adentro con los puños.

Continuar las compresiones hasta que el objeto sea desalojado o el niño pierda el conocimiento.

Si el niño queda inconsciente, se le debe colocar en el piso, llamar a los servicios de emergencia, proporcionar respiración de boca a boca y compresiones en el pecho.

Si la persona observa el objeto que está obstruyendo la vía respiratoria, debe tratar de retirarlo.

El ahogamiento por comida u objetos pequeños se presenta más en niños, y en adultos en situaciones de disminución del nivel de conciencia, como en el caso de alcoholismo agudo y enfermos neurológicos.

Para prevenir esta clase de accidentes se debe enseñar a los niños a comer correctamente, de modo que no se lleven a la boca grandes bocados y a que no deglutan de prisa y sin la suficiente masticación de los alimentos.

Evitar que el niño juegue con objetos  pequeños y pueda introducirlos en la boca o que emplee juguetes, que al ser mordidos puedan desprender fragmentos.

No se deben administrar los primeros auxilios si la persona tose vigorosamente y es capaz de hablar, ya que una tos fuerte puede desalojar el objeto espontáneamente.

 

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