• El sacerdote escribió que Michoacán tiene todas las características de un estado fallido

El obispo de Apatzingán, Miguel Patiño, es cuidado por fuerzas federeles, ya que fue amenazado por la delincuencia organizada.

El obispo de Apatzingán, Miguel Patiño, tuvo que ser resguardado por fuerzas federales, informadas de que sería blanco de un inminente atentado por parte del cártel de Los Caballeros Templarios.

El sacerdote Gregorio López, de la Diócesis de Apatzingán, confirmó que la noche del domingo, 40 unidades de la Policía Federal arribaron a la casa episcopal, aledaña a la catedral de la Inmaculada Concepción de Apatzingán, para sacar al obispo Patiño y trasladarlo a un cuartel militar. “Tuvieron que sacarlo en caravana”.

El padre Gregorio señaló que de acuerdo con el comandante Hermes Salazar, el ataque se frustró gracias a información intervenida de forma satelital.

El pasado 15 de octubre el sacerdote Patiño hizo pública una carta episcopal en la que denuncia cómo la región del valle de Apatzingán y de Tierra Caliente ha sido sometida por el crimen organizado. Escribió en la misiva enviada a la Conferencia del Episcopado Mexicano que Michoacán tiene todas las características de un estado fallido.

El obispo señaló que grupos criminales como La Familia Michoacana, Los Zetas, Nueva Generación y Caballeros Templarios, principalmente, se disputan el estado como si fuera un botín.

Patiño hablaba del cobro de cuotas, extorsiones y secuestros, además de que los gobiernos municipales y la policía están sometidos o coludidos con el crimen organizado, lo que fue publicado en medios informativos nacionales y estatales. El alto clero solicitó protección para el sacerdote, ya que ha habido agresiones en contra de otros curas en la entidad, como en la región de la Ciénega de Chapala.

En conferencia de prensa, el vocero del gabinete de seguridad del gobierno federal, Eduardo Sánchez, anunció que las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional reforzarán la vigilancia en Lázaro Cárdenas, para garantizar la seguridad del recinto portuario de la zona y sus operaciones.

Apuntó que lo anterior son acciones para restablecer condiciones de paz, legalidad y seguridad. La Semar incrementará su personal y fortalecerá los esquemas de operación para garantizar la protección de instalaciones, buques y operadores privados.

“La Sedena debe evaluar y adiestrar a los elementos de la policía municipal, por lo que personal militar realizará funciones de seguridad pública en apoyo a las autoridades municipales”, dijo el funcionario.