Labor ancestral en la selva

• Dan garantías a la originalidad a este producto en el ejido de Petcacab

El IMPI informó que van a proteger la selva y a los chicleros mayas a través del reconocimiento de su indicación Geográfica.

Felipe Carrillo Puerto.— El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) informó que van a proteger la selva y a los chicleros mayas de Felipe Carrillo Puerto, a través del reconocimiento de la indicación Geográfica “Chicle Maya de Quintana Roo y Campeche”.

El supervisor divisional de examen de marcas del IMPI, Salvador Rodríguez, declaró que este reconocimiento que ofrece la institución, se traduce en la reputación del producto, similar a la denominación de origen, que da garantías a la originalidad, en este caso, al chicle que se produce en el ejido de Petcacab de la zona maya.

Asimismo, las autoridades del consorcio Chicza, el gobierno del estado y del Instituto Propiedad realizaron encuentros en la zona maya para conocer el proceso de extracción del chicozapote, donde visitaron la Cooperativa Petcacab.

“Como parte del proceso para finalizar, en unas semanas será publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), donde se les da el reconocimiento, desde labor ancestral, conocimiento, tradiciones, el proceso que lleva a la elaboración de este producto desde la selva y todo lo que significa el proceso de extracción del chicozapote”, adelantó Rodríguez.

Del mismo modo, refiere que “La gente conoce de dónde viene y eso es importante y se debe plasmar ante todo los estudios que se entregaron al IMPI para que sea uno de los factores importantes que se reconoce el producto, de donde es su calidad y por la tradición, así también que son originarias de esta región”.

A su vez, el director ejecutivo del Consorcio Chiclero S.C. de R.L. Chicza, Manuel Jesús Aldrete Terrazas, explica que los ejidatarios están preocupados por cuidar su único patrimonio, al ofrecer una actividad lucrativa no maderable para la población rural.

“Esta región, de exuberante vegetación, cuenta solamente en Campeche y Quintana Roo con un millón y medio de hectáreas arboladas como reservas productivas forestales permanentes, donde se practica el manejo forestal sustentable, que en muchos casos ha sido certificado por organismos internacionales por sus buenas prácticas ambientales, sociales y económicas” concluyó Salvador Rodríguez.

Denuncian basureros clandestinos en Cancún 

Ciudadanos y turistas de Cancún han denunciado a través de las redes sociales, que aún muchas banquetas y camellones han sido usados como tiraderos clandestinos de basura, donde la gente deposita todo tipo de artículos, generando un foco de infecciones y de proliferación de fauna nociva.

En algunas fotografías que fueron subidas a internet, se observan camellones a lo largo de las avenidas Nichupté, la 135, y la calle Leona Vicario donde existen montículos de piezas de muebles, bolsas negras de basura, cacharros, madera, llantas, botellas y demás deshechos, asimismo, en las banquetas de las regiones 95, 96, 99, 102, 315, y 526 hay acumulaciones y aunque son más pequeñas, siguen dejando una pésima imagen de este destino turístico.

De acuerdo con la Dirección General de Servicios Públicos Municipales, con esta tendencia, durante el transcurso de los primeros tres meses del año se podrían sacar cada vez más toneladas de desechos que conforman los basureros clandestinos en calles y áreas verdes en Cancún.

Y es que, en 2023, cada tres meses fueron recolectadas de las calles alrededor de 150 toneladas de basura. Por ejemplo, entre enero y marzo del año pasado, se retiraron poco más de 159 toneladas, pero con cada mes el peso de los desechos fue incrementando por más de una tonelada.

El personal de descacharrización de la Dirección General de Servicios Públicos, refiere que los cúmulos de basura se forman a partir de que un ciudadano arroja sus desechos en un lugar indebido y entonces le siguen otras personas haciendo que los cúmulos sean cada vez más grandes.

Por su parte, las autoridades refieren que usar banquetas, camellones, y áreas verdes para botar los desechos, genera condiciones adecuadas para el desarrollo del mosquito transmisor del dengue, pues la lluvia se acumula en llantas o residuos poniendo en riesgo la salud de las personas.