Investigación del científico Pablo Navarro

• La empresa RubisCO2, con el potencial de darle un manejo integral a la macro alga 

En Playa del Carmen se apoya un proyecto del joven científico Pablo Navarro que aprovecha las toneladas de sargazo que recalan en el litoral para convertirlo en carbono sólido.

Playa del Carmen.— El sargazo, un género de alga parda que flota en el mar, ha aumentado significativamente en las costas de Quintana Roo durante los últimos años. Este fenómeno inunda las playas, obstruye los arrecifes de coral, afecta el ecosistema ambiental, perjudica a las comunidades pesqueras e impacta cada vez más al sector turístico, por lo que se buscan alternativas para darle una mejor disposición final.

Por ejemplo, en Solidaridad (Playa del Carmen) se apoya el proyecto impulsado por el científico Pablo Navarro, el cual aprovecha las toneladas de sargazo que recalan en el litoral para convertirlo en carbono sólido.

El CEO (Chief Executive Officer) de RubisCO2, explica que se trata de una empresa pionera con el potencial de darle un manejo integral al sargazo con mínimo impacto en el medio ambiente, separando la arena del alga, secándose en un pequeño reactor metálico a altas temperaturas en ausencia de oxígeno, hasta convertirla en carbono sólido.

Desde hace más de un año, se apoya este proyecto en el municipio con alianzas estratégicas y patrocinios como la Universidad alemana de München, la Unión Europea, fundaciones y otras universidades “mediante el proceso de pirólisis, la emisión de CO2 es mínima, pudiendo quemar miles de toneladas de sargazo y aprovechar el carbón sólido en polvo, incluso el cuál puede ser utilizado por constructoras o empresas cementeras, reduciendo la contaminación ambiental, al absorber carbono de la atmósfera” explicó el científico.

En este caso, el Ayuntamiento de Solidaridad estima que en poco tiempo se mostrará en la ciudad el funcionamiento del reactor metálico, para cumplir la meta de sumar a la recolecta y mejor disposición final del alga, que ha venido afectando las costas quintanarroenses, por más de 8 años.

Un desafío ambiental y económico

 El sargazo inunda las playas y afecta cada vez más al sector turístico, por lo que se urgen acciones para combatirlo y evitar que se convierta en un contaminante en las costas de la entidad.

Se calculan 22 millones de toneladas métricas al año, por lo que investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad de Southampton (Reino Unido) se unieron en una colaboración para abordar la problemática, cuyo objetivo es investigar el fenómeno, pero más importante, involucrar a las comunidades locales en el monitoreo del problema para después encontrar soluciones.  Destacan que las comunidades costeras que experimentan directamente los efectos del sargazo, poseen un conocimiento valioso y cualitativo sobre el fenómeno, por lo cual su participación es imprescindible.

El equipo liderado por el doctor Christian M. Appendini de la Unidad Académica Sisal del Instituto de Ingeniería de la UNAM y la doctora Emma Tompkins de la Universidad de Southampton, visitó varias localidades costeras, como Puerto Morelos, Cozumel, Akumal y Xcalak. En cada una de estas áreas, realizaron una serie de actividades en colaboración con escuelas y miembros de la comunidad. Además, trabajaron con organizaciones como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el Centro Ecológico de Akumal y la Universidad Autónoma de Quintana Roo (UQROO).  Cabe destacar que el enfoque de ciencia ciudadana ya se ha utilizado con éxito en todo el mundo, y la iniciativa “CoastSnap”, es un caso concreto, en el que se utilizan imágenes fijas para analizar la erosión costera.  Al mismo tiempo, se están buscando formas de aprovecharlo, por ejemplo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y organismos internacionales buscan el desarrollo de alternativas sostenibles que permitan aprovechar el sargazo como un insumo productivo que beneficie a las comunidades de la región afectadas.

A medida que el proyecto avanza, se están elaborando propuestas para la instalación de más estaciones de monitoreo ciudadano, y se busca obtener la autorización necesaria de las autoridades pertinentes.