- Ante la anarquía que se había presentado en años anteriores por el gran número de embarcaciones, Profepa pone orden
Emilio Carrasco Hernández
Inspectores de la Profepa vigilaron que las embarcaciones que dan el servicio cuenten con todos sus documentos en regla.
Holbox.- Durante este fin de semana hubo avistamientos de más de 100 ejemplares de tiburón ballena cerca de la Isla de Holbox, según confirmaron prestadores de servicios turísticos y la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), que inspeccionó la zona de llegada de los mamíferos.
El tiburón ballena es el pez más grande existente en el mundo. Tiene un cuerpo masivo y alargado con una coloración gris o azul oscuro en el dorso, con manchas circulares y líneas horizontales y verticales claras (blancas o amarillentas) y blanco en el vientre, lo que origina el nombre local de “dominó”.
En otros sitios se le conoce también como damero, pez dama, en ambos casos por el juego de fichas, el dominó y las damas chinas. Cada individuo presenta un patrón único que permite su identificación individual, puesto que no se modifica con el crecimiento. Es posible que estas marcas sean el resultado de una relación filogética con otros tiburones del orden orectoibiformes, como el tiburón gata (Ginglymostomatidae).
Los tiburones presentan un alto nivel de desarrollo visual y las marcas distintivas en especies pelágicas pueden ser un importante atractivo social, al igual que demostraciones de postura y procesos de reconocimiento. Otra posibilidad es que estos patrones de pigmentación puedan ser una adaptación para protegerse de la radiación, lo cual es importante para aquellas especies que permanecen una parte significativa del tiempo en la superficie del agua.
El tiburón ballena es una especie con un movimiento lento, cercano a la superficie del agua, por lo que se puede observar muy de cerca e inclusive nadar con ellos, debido a sus hábitos alimenticios, ya que se alimenta filtrando grandes cantidades de agua donde retiene una amplia variedad de plancton y necton, incluyendo pequeños crustáceos como krill, larva de cangrejo y copeado, pequeños peces como sardinas, anchovetas, mackerel y ocasionalmente presas de mayor tamaño como pequeños atunes y calamar. Fitoplancton y macro algas también podrían ser parte de los componentes de la dieta.
Los avistamientos de la población del noreste de la península de Yucatán comienzan en Cabo Catoche durante mayo, y en Holbox a mediados de junio hasta septiembre. Dicha población presenta tanto hembras como machos y en algunas ocasiones los machos presentan evidencias de reproducción, es por ello, que la singularidad de esta población hace aún más importante asegurar su protección.
PROFEPA METE AL ORDEN A EMBARCACIONES
Ante la anarquía que se había presentado en años anteriores por el gran número de embarcaciones que llevaban turistas al avistamiento del tiburón ballena en la Isla de Holbox, la Profepa realizó este fin de semana una inspección para constatar que todos cumplan con los lineamientos.
Personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Quintana Roo, llevó a cabo recorridos por las zonas de embarque y desembarque correspondientes a los municipios de Benito Juárez e Isla Mujeres, así como a la zona de avistamiento y alimentación de tiburón ballena (Rhincodon typus), conocida como “Agua Azul” en la Isla de Contoy.
En total, fueron verificadas 40 embarcaciones entre la zona de muelles, el área de avistamiento y alimentación de tiburón ballena y el Área Natural Protegida del Parque Nacional Isla Contoy.
Durante la inspección en las aguas de jurisdicción federal al norte y noroeste de la Isla Contoy, no se reportaron situaciones que pusieran en peligro o riesgo a los ejemplares de tiburón ballena, por lo que las actividades de observación, nado y buceo libre por parte de los permisionarios o turistas continuaron su curso con regularidad.
Asímismo, se avistaron más de 100 ejemplares de tiburón ballena al este de la Isla, y el número de embarcaciones turísticas y particulares verificadas presentaron las autorizaciones correspondientes.
Se comprobó además que los turistas portaban a la vista el brazalete correspondiente al pago de derechos por el uso del Área Natural Protegida.
