- Gobierno federal y autodefensas toman el control de Apatzingán
Alfredo Castillo Cervantes, comisionado federal para la Seguridad y el Desarrollo en el estado de Michoacán.
El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, admitió la versión de que Alfredo Castillo, comisionado federal para la Seguridad en Michoacán, se reunió con algún lugarteniente del cártel de Los Valencia, también conocido como cártel del Milenio. Lo hizo, dijo, “por alguna razón y no necesariamente una mala razón, puede ser incluso una buena razón”.
La versión provino de un diario que publicó que Castillo Cervantes se habría reunido en Tepalcatepec con Juan José Farías, “El Abuelo”, identificado por el Ejército y la PGR como lugarteniente del Cártel de los Valencia o del Milenio. La reunión se habría realizado el 5 de febrero en una bodega propiedad de Farías y ahí, presuntamente se pactaron estrategias de seguridad para la región, según se publica.
Además, destaca que Farías, integrante de la dirigencia de las brigadas de autodefensa, participó en tal condición en el encuentro. “El Abuelo” fue detenido el 6 de marzo de 2009 por la Sedena, en calidad de “narcotraficante” y “lugarteniente de la organización criminal de Los Valencia, principal responsable de las ejecuciones en Michoacán. Farías fue arraigado durante 40 días.
El procurador señaló por otra parte que el gobierno federal y sus autoridades fueron quienes tomaron el control del municipio michoacano de Apatzingán y no las autodefensas. “En Michoacán lo que está actuando es el Estado, está actuando el gobierno”, aclaró, tras descartar que las guardias comunitarias tengan el control en el municipio de Apatzingán.
En tanto, ayer las autodefensas entraron por fin al centro de la ciudad de Apatzingán. Unos 200 vehículos llenos de policías comunitarios de la Tierra Caliente michoacana recorrieron las calles del lugar, considerado un bastión de los templarios.
El día anterior, sin disparar un tiro, unos 600 integrantes de grupos de autodefensa habían ingresado a esta ciudad de aproximadamente 130 mil habitantes, pero sin ocupar el centro. En seguida, unos 300 policías federales y militares patrullaron las calles.
