- Se harían pruebas de balística para saber si alguno le disparó a “El Pollo” y a “El Niño”
El personal que estaba al servicio de Hipólito Mora, uno de los dirigentes de los grupos de autodefensa, fue desarmado por el Ejército Mexicano, luego de que su jefe fuera detenido por una investigación.
El Ejército mexicano desarmó a unos 70 integrantes del grupo de autodefensas de Hipólito Mora, en la comunidad de La Ruana, en Buenavista Tomatlán, donde se habían atrincherado desde el lunes luego de confrontarse con una facción del mismo movimiento.
El desarme se dio luego de que su líder, Hipólito Mora, fuera detenido por su presunta participación en el asesinato de dos integrantes de la facción con la que se confrontaron, cuyos cadáveres fueron encontrados calcinados el sábado pasado.
A falta del líder, tres milicianos fueron nombrados por las autodefensas como sucesores de Mora. Los partidarios de Mora dijeron que la Policía Federal les había dado un ultimátum para que entregaran las armas pero advirtieron que no accederían, al menos hasta que se conociera si Mora será procesado por el doble crimen o liberado, una decisión judicial que debía ser tomada a más tardar este jueves.
Sin embargo, luego de conversaciones con mandos militares y de la policía, los milicianos accedieron a entregar las armas sin resistencia alguna. Se les explicó que revisarían las armas y les harían pruebas de balística para saber si alguno de ellos disparó contra los asesinados Rafael Sánchez Moreno “El Pollo”, y José Luis Torres Castañeda “El Niño”, dijo Jesús Gutiérrez.
Jesús Gutiérrez, uno de los tres dirigentes, indicó que “no opusimos resistencia porque dijimos que no nos íbamos a enfrentar al gobierno porque el pleito es con el grupo de “El Americano” Luis Antonio Torres, líder de la otra facción de autodefensas que los enfrentó el lunes.
Ese día un centenar de milicianos de “El Americano” que opera en otros puntos del municipio de Buenavista irrumpieron en La Ruana portando fusiles AK-47 y otras armas largas con la intención de expulsar a Mora, a quien acusan de haber ordenado el asesinato de Rafael Sánchez y Jorge Luis Torres. Mora tuvo que ser rescatado en un helicóptero de la policía y el martes fue sorpresivamente detenido por su presunta “coparticipación” en el doble homicidio.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública de Michoacán, Carlos Hugo Castellanos, dijo que con la detención de Hipólito Mora queda clara la aplicación de la ley. Advirtió: “Nadie puede estar por encima de la ley, nadie puede estar al margen de la ley ese es un elemento que necesitamos tener presente todos”.
El funcionario admitió que en la zona de la Tierra Caliente y en particular en Felipe Carrillo Puerto, mejor conocido como La Ruana, prevalecía un ambiente tenso, aunque los seguidores de Hipólito Mora no habían efectuado ninguna movilización.
Las instalaciones de la Procuraduría de Justicia de Michoacán, donde se encontraba Hipólito Mora permanecían resguardadas por corporaciones policiacas.
