• Purificadoras “patito”, un riesgo para la salud

José Luis Montañez

Cientos de purificadoras de agua que hay en la zona metropolitana incumplen con las reglas sanitarias que exigen autoridades.

Luego de que científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) corroboraran la presencia de bacterias coliformes fecales en el agua que expenden pequeñas empresas purificadoras y exigieron auditar a tales negocios, la Agencia de Protección Sanitaria del GDF suspendió la actividad de 192 plantas de purificación, envase y venta de agua.

De las 488 existentes en la ciudad de México, las clausuradas incumplían las medidas sanitarias, luego de la verificación hecha como parte del programa de vigilancia para el control sanitario del agua y para identificar que sea apta para uso y consumo humano.

La Secretaría de Salud local lleva a cabo acciones de rastreo y verificación las purificadoras de agua detectadas en las 16 delegaciones.

La Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) y el laboratorio de Microbiología Molecular, señalaron que un alto porcentaje de la población de la ciudad de México cree que el agua envasada tiene mayor calidad que la de la llave y adquiere el líquido embotellado en purificadoras que incumplen las normas.

A ello obedece que se lleva a cabo de manera permanente la supervisión en los expendios de hielo y pipas transportadoras de agua potable, con la finalidad de que cumplan con las normas sanitarias y no se ponga en riesgo la salud de los capitalinos.

La Agencia de Protección Sanitaria, que empezó a funcionar a partir de 2013, ha corroborado que de las purificadoras detectadas y verificadas 35 por ciento de ellas cuentan con el Aviso de Funcionamiento y ha suspendido 45 por ciento, por no acreditar los principales puntos de riesgo sanitario.

Los tres puntos críticos que tienen que cumplir las purificadoras de agua son: que el área de llenado de garrafones esté aislada totalmente y los tanques de almacenamiento estén bien tapados.

Además que no exista evidencia de contaminación y que los filtros de purificación de ozono, lámpara de ultravioleta y de carbón activado funcionen conforme a la Norma Sanitaria.

Los verificadores de la APS, también corroboran que las áreas recepción de envases y entrega del agua estén separadas; se usen desinfectantes de grado alimenticio inocuo y que el personal de llenado porte guantes, cubre boca y cubra cabello.

Deben contar las tuberías con señalamientos respecto al tipo de agua que transportan y cumplir con los análisis microbiológicos del agua, normalmente es surtida por pipas y que viene de pozos.

Antes de las visitas de inspección, la APS ofrece información para fomentar las buenas prácticas de higiene y sanidad; se orienta a los responsables de los locales sobre las normas, puntos, requisitos y documentos que cubrir, conforme a las Normas Oficiales 251 y 201 y el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Control Sanitario de Actividades, Establecimientos, Productos y Servicios.

Se hacen recomendaciones de lo que hay que corregir para estar en condiciones de ofrecer un servicio adecuado y un producto saludable, para no incurrir en irregularidades y evitar sanciones.

Últimamente se ha disparado el número de ese tipo de negocios, surgidos sin control, ni regulación, los cuales “por un costo relativamente bajo adquieren los equipos e instalan empresas purificadoras inclusive en casas particulares sin las condiciones adecuadas para tal fin, su personal no realiza el proceso conforme a la Norma Oficial Mexicana 201 sobre productos y servicios.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), con el apoyo del IPN tomó 122 muestras de agua envasada en garrafones de 20 litros, provenientes de 111 pequeñas purificadoras ubicadas en las 16 delegaciones de la ciudad de México, que mostraron que 69 muestras contenían coliformes totales (Escherichia coli, Klebsiella, Enterobacter y Citrobacter), 23 fueron positivas para coliformes fecales (Escherichia coli principalmente) y sólo 30 pasaron la prueba satisfactoriamente.