- Además de una cuota, comen sin pagar
Cancún.- Con actitud positiva Carmen, madre soltera de 35 años, inicia cada mañana su día a pesar de la constante “visita” de los inspectores de Comercio en Vía Pública y Fiscalización a su lonchería, que además de consumir sin pagar, le cobran para no clausurar su negocio y poder utilizar el patio del local para poner las mesas.
En tanto limpiaba la banqueta también colocaba sus mesas y las vestía para recibir a sus clientes en el corazón de Cancún, donde animada dijo “Díos proveerá”, ya que a pesar de la indignación que le produce que los inspectores de Comercio en la Vía Pública y Fiscalización se quedarán con parte de sus ganancias prefería llevar “la fiesta en paz” en lugar de tenerlos siempre “encima”.
Ágil y alegre doña Carmen mientras se colocaba su floreado mandil para empezar a preparar los alimentos del día, pidió omitir su apellido por temor a represalias y sobrellevar la “extorsión” de los inspectores ya que necesita trabajar para mantener a su familia y cumplir con los compromisos adquiridos por la apertura de su modesta lonchería.
Con la ceja en alto y una sonrisa sarcástica dijo:
“Y el gobierno municipal nos cumple, si como no”, sonrió al considerar que la corrupción inicia y continúa desde ahí ya que los inspectores en su mayoría son gente que el mismo gobierno consecuenta ya que en alguna ocasión fue a denunciar y el burocratismo sólo le hizo perder su valioso tiempo.
Exhibiendo documentos y cada uno de los permisos municipales y de salud, no dudó que sus “verdugos municipales” la utilicen como fuente fija de ingresos, la necesidad y llevar el sustento diario a su casa la mantiene ahí, al igual que sus clientes que cada día son más.