Derecho de réplica
- Gustavo Salas Salgado recibe una fiscalía en completo desorden
La última pifia del ex fiscal, Miguel Ángel Pech, fue el del caso de la ejecución en Cancún del camarógrafo Javier Enrique Rodríguez Valladares.
El gobernador, Carlos Joaquín, nombró como fiscal interino a Gustavo Salas Salgado, después que se conoció que Miguel Ángel Pech Cen entregó su renuncia al cargo de la Fiscalía General de Quintana Roo al Congreso local, pues sobre él pesan los resultados fallidos, en la mayoría de los casos de asesinatos y ejecuciones, que a diario se viven en la zona norte de la entidad con total impunidad.
La designación interina de Gustavo Salas Salgado dará tiempo para que se pueda designar una terna y que el Congreso designe de acuerdo a la ley, al nuevo encargado de la impartición de justicia en el estado.
Gustavo Salas Salgado es abogado, egresado de la UNAM, con 18 años de residencia en Quintana Roo, por lo que conoce la entidad, es miembro de la Barra de Abogados.
Será el primer minuto del 1 de octubre cuando entre en funciones Gustavo Salas Salgado, quien tendrá la presión de realizar un mejor papel que su antecesor.
Deja un tiradero
Gustavo Salas Salgado no tendrá una tarea fácil, pues recibe una fiscalía en completo desorden. Durante la gestión de Miguel Ángel Pech Cen, fueron ejecutados tres periodistas: Javier Enrique Rodríguez Valladares, quien fuera camarógrafo y reportero del Canal 10; el director del semanario Playa News, Rubén Pat, y el periodista del mismo medio de comunicación unas semanas antes, José Guadalupe Chan.
De estas tres muertes, Miguel Ángel Pech no tuvo ningún avance en las investigaciones y siguen los tres casos impunes.
El más grande de los ridículos hizo Pech Cen cuando, para salir al paso de la presión por la ejecución del reportero Rodríguez Valladares, mandó detener un “chivo expiatorio” al que, pese a las evidencias que lo libraban de sospechas, fue puesto bajo proceso; el caso se le cayó a Pech Cen, quien antes se ufanó de no fabricar casos ni culpables y su falta de capacidad dejó al descubierto lo contrario. Hasta la fecha, no se conoce de sospechosos o avances en la investigación de los casos de los reporteros ejecutados.
El 2017 y este año, están marcados como los más violentos para Quintana Roo, con unas 227 ejecuciones el año pasado y en lo que va de este van más de 400; de todos esos casos, no existen detenidos y si los hay, cae sobre ellos la sospecha de ser “chivos expiatorios” para salir al paso.
La impunidad provoca que los delincuentes se sientan confiados a realizar cualquier delito, con la confianza de que no serán perseguidos ni detenidos, lo que genera mayor violencia.
Quedan en manos de Gustavo Salas Salgado casos graves, como la ejecución de dos elementos de la Marina Armada de México, que aunque de manera oficial se dijo, estaban francos, trascendió que los navales podrían haber realizado actividades de inteligencia cuando fueron torturados y asesinados.
¿Fue por maldad o por amor?
El actuar de la aún alcaldesa de Solidaridad, Cristina Torres Gómez, tiene mucho sospechosismo, como dice el cabecita de algodón, el presidente electo López Obrador, pues a unos días de dejar el cargo, de manera urgente, entregó el mando del C4 de la policía municipal al gobierno del estado, acción que pudo haber realizado desde el inicio de su administración y tal vez incidentes como la balacera en el “Blue Parrot”, donde murieron seis personas, entre ellas extranjeros, pudieron haberse prevenido.
En el Congreso del estado, encabezado por Eduardo Martínez Arcila, le dieron el visto bueno a la iniciativa para dar en comodato al gobierno de Quintana Roo el control y manejo del Centro de Comunicación, Control, Cómputo y Comando (C-4), y esto sería bueno si se toma en cuenta que, Solidaridad tiene una grave crisis de seguridad; sin embargo, que la alcaldesa lo haga cuatro días ante de dejar el cargo, parece un acto de rencorcito, pues la alcaldesa electa que tomará las riendas el próximo domingo, Laura Beristain Navarrete, dio a conocer que, en las cuestiones de seguridad, buscará el apoyo federal del nuevo gobierno de López Obrador, y su coordinación con los planes estatales para recobrar la paz de Playa del Carmen.
Cristina Torres se va, pero no dejará que Laura Beristain decida el rumbo de la seguridad en el municipio que gobernará por los próximos tres años.
Premoniciones del caso Borge
¡No, bueno!, no quiero ser aguafiestas, pero, como una premonición deben de tomar los quintanarroenses lo acontecido en el caso del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien fue condenado por un juez de control a 9 años de prisión, que dicen los que de leyes saben, en realidad podrían ser sólo tres, luego de declararse culpable de asociación delictuosa y lavado de dinero.
Fue la propia PGR quien pidió la pena mínima en ambos delitos y además de los 9 años de cárcel, Duarte de Ochoa deberá cubrir una multa de 58 mil pesos ¡Que barato!, empero, al gordito ex mandatario de Veracruz se le acusó del desvío de más de mil 650 millones de pesos del erario de su estado, por lo que la multa es una mentada de diez de mayo, es más, su esposa Karime Macías, quien vive en Londres con sus hijos, paga más que eso al mes de renta, unos 392 mil 296 pesos, por el depa de lujo donde ahora se refugia, nada en la abundancia, como a ella le gusta, por lo que, lana tienen para aventarle en la cara el juez.
A Roberto Borge Angulo, ex gobernador de Quintana Roo, quien cursa su proceso judicial en reclusión, se le acusa del desvío de 900 millones de pesos, unos 700 menos que Duarte, por lo que haga cuentas, tal vez la PGR le salga pagando a él. ¡Que no Mouse Mickey!
