Derecho de réplica
- La Sectur erogará 5 mil 34.5 millones de pesos, un monto inferior a los 9 mil 99 millones aprobados para el presente año
Como si no fuera suficiente la arribazón del sargazo, la violencia y la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), la Secretaría de Turismo será la dependencia con mayor caída en recursos.
En el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2020 que se encuentra en aprobación en el Poder Legislativo, la Sectur erogará 5 mil 34.5 millones de pesos, un monto inferior a los 9 mil 99 millones aprobados para el presente año, lo que implicará una reducción de 44.7 por ciento.
La reducción de poco menos de la mitad del presupuesto para Turismo supera a lo pensado por los más pesimistas en el tema y demuestra que el gobierno federal no saben nada de la industria sin chimeneas y que, lo ocurrido en su primer año de mandato en el sector, no sirvió de lección para entender que se lleva a un precipicio a uno de los rubros que más divisas ingresa al país.
En 2018, México pasó del sexto al séptimo lugar en las llegadas de turistas internacionales dentro del ranking de la Organización Mundial de Turismo, frente a los datos de 2017; mientras que en ingresos de divisas bajó del sitio 15 al 16, lo que afecta de forma directa a Quintana Roo, pues el aeropuerto de Cancún registra el mayor número de llegadas de extranjeros, incluso por arriba del de la Ciudad de México.
Nadie meterá las manos
En junio del presente año, el Senado de la República aprobó la desaparición del CPTM, organismo que estaba encargado de coordinar, diseñar y operar las estrategias en el sector para el país.
En su paso por la Cámara de Diputados, el legislador federal de Quintana Roo, presidente de la Comisión de Turismo, Luis Alegre, dio, sin ningún pero, la aprobación para que se cometiera este homicidio turístico, eso, pese a ser el representante del polo turístico más importante del país.
Ya en su cancha, los senadores por Quintana Roo, Marybel Villegas y José Luis Pech votaron en contra del turismo y con un chasquido de dedos, con la desaparición del CPTM, Quintana Roo perdió alrededor de 200 millones de pesos para la promoción que recibía año con año.
Así que, no se puede esperar que los legisladores quintanarroenses intenten, ni por error, proponer un incremento al presupuesto turístico, lo que si crecerá serán los números negativos en el sector que, en cascada, provocará menos ingresos para el país.
Pese a la reducción en el presupuesto para el sector turismo, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, de Rogelio Jiménez Pons, aseguró que la propuesta de presupuesto 2020 es “suficiente” para cumplir con los trabajos de la construcción del Tren Maya.
Jiménez Pons se siente tranquilo porque, según lo planeado, la obra de infraestructura se realizará con inversión privada y, los recursos asignados por el gobierno federal servirán para obras inducidas, estudios de impacto ambiental, consultas, algunas reservas complementarias, ajustes de tipo social, ambiental y técnico.
En el proyecto de Presupuesto de Egresos 2020, sólo se solicitaron 2 mil 500 millones de pesos para el Tren Maya, lo que significó una reducción de 57 por ciento en comparación con lo aprobado para 2019, pues en este año se espera realizar pagos de derechos de vía, de carreteras, de obras preliminares, sin embargo, para el 2020, se espera que la mayor inversión venga de las empresas que realicen el proyecto.
Fonatur comunicó que en diciembre se lanzarán las licitaciones para la construcción de los siete tramos del Tren Maya, lo cual implicará una inversión privada de 80 mil millones de pesos en un esquema financiero de Asociaciones Público–Privadas, APPs donde la iniciativa privada aportará 90 por ciento de la inversión, que se les pagará, a lo largo de un plazo de 30 años, capital, intereses y mantenimiento, dinero que se espera, salga de la operación del tren.
Los cálculos del total que, en treinta años, se pagará a las o la empresa encargada de convertir el Tren Maya en realidad, no se ha dado a conocer, sin embargo, esperemos que el turismo, sin promoción, sin invertir en la seguridad y cuidado de las playas, aún genere lo suficiente para ello.