Alerta la Cofepris en Chetumal
- Hay riesgo de que aumenten nuevamente los contagios de Covid-19
A diferencia de los comercios de la Zona Norte del estado, donde la mayoría ha adoptado las medidas sanitarias para evitar la propagación del coronavirus, en el sur los negocios relajaron su aplicación, lo que podría provocar un repunte en el número de contagios.
Las verificaciones realizadas durante las últimas semanas, en Bacalar y Othón P. Blanco, casi dos de cada 10 comercios fueron amonestados, señaló Miguel Pino Murillo, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)
En tanto, en el caso de Benito Juárez, Solidaridad, Puerto Morelos, Isla Mujeres y Cozumel, la relación es de 5%, es decir, menos de uno por cada 10 negocios.
Los comercios que fueron amonestados son restaurantes, y su principal falta fue no respetar el límite de afluencia, operando en ocasiones a su máxima capacidad, cuando lo permitido es el 60%.
“Desde que inició en junio la reactivación económica hasta la semana pasada, más de mil 890 comercios y negocios fueron amonestados y/o suspendidos por representar un riesgo de propagación del coronavirus. Al principio, la zona norte acaparaba estas amonestaciones, pero desde hace un mes, la tendencia demuestra que el sur de la entidad es más reacia a acatar estas disposiciones sanitarias”, dijo Pino Murillo. Explicó que aunque la Zona Norte concentra el mayor número de negocios suspendidos, también es necesario considerar que esos municipios concentran la mayoría de los comercios de la entidad.
Aseguró que en apoyo al sector comercial, hasta principios de octubre no se aplicó ninguna multa económica, condonando todas las suspensiones con la condición de que respeten las medidas contra Covid-19.
Desde esa fecha se advirtió a los propietarios de negocios que en caso de ser reincidentes podrían ser acreedores a una multa que puede ir desde las 200 hasta las dos mil Unidades de Medida y Actualización (UMA), lo que equivalen a 17 mil y 173 mil pesos, respectivamente.
“Es importante que comprendan que aún y cuando avancemos al semáforo epidemiológico verde, no significa que la amenaza del Covid-19 ya desapareció; al contrario, el virus es más peligroso porque la interacción social aumentó. Por eso es importante respetar las medidas sanitarias, hasta que por fin tengamos una vacuna confiable y disponible para todos”, concluyó el funcionario.
Delegado de Fonatur amenaza con clausurar Isla Dorada
Mientras tanto en Cancún, Raúl Bermúdez Arreola, delegado del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en Cancún, amenazó al administrador de Isla Dorada con usar todo el peso de Fonatur por no cambiar las reglas de acceso al gimnasio.
El funcionario manifestó su molestia porque no puede usar el gimnasio debido a que otras personas lo reservan antes que él, pide que cambien las restricciones o medidas sanitarias, o que sólo se cobre el gimnasio a quienes logran reservarlo. Bermúdez Arreola, quien es vecino este fraccionamiento, reclamó a través de una llamada telefónica al administrador de Isla Dorada que en los gimnasios de todo el estado ya no aplican la regla de reservar desde que se pasó de semáforo rojo a amarillo, pero en el fraccionamiento esa regla no ha cambiado.
De las 3 mil 500 personas que viven en Isla Dorada, al día sólo pueden usar el gimnasio 26, de las cuales 18 son las mismas todos los días, se escucha decir al funcionario en una llamada que divulgó Observatorio Ciudadano.
“No sé cómo le hacen porque yo me despierto todos los días a las 4 de la mañana para reservar y ya está reservado”, reclamó el delegado de Fonatur.
Propuso que a esas 26 personas se les cobre el servicio y al resto les quite el cobro para que puedan acudir a otro gimnasio. “Yo no puedo ir al gimnasio. Están mal tus reglas. Tus reglas ya son exclusivas… Tus reglas no pueden ir contra mis derechos… Ya no estamos en rojo, ya se acabó, ya no hay una pandemia que justifique lo que estás haciendo, entonces me voy amparar”, dijo Raúl Bermúdez. El administrador de Isla Dorada le explicó que la regla de reservar el gimnasio no surgió de él, sino del Comité de Vigilancia del fraccionamiento. A lo que respondió el funcionario: “De cabrón a cabrón, si es así yo también tengo cómo hacerle”.
Le dijo que él era la autoridad, pero el administrador le respondió que para él no, y es ahí donde amenazó con clausurar este espacio. El delegado amenazó al administrador, primero con ampararse, y luego indicando que sus acciones ya no serían personales sino con el peso de Fonatur.