A tiempo..!
Vladimir Galeana Solórzano*
En los tiempos que vivimos no es fácil hablar de transparencia y mucho menos de rendición de cuentas y efectividad en el gasto público. Para decirlo más claro, la transparencia gubernamental es que todos aquellos que de una u otra manera se encargan de administrar recursos públicos lo hagan a satisfacción no tan sólo del gobierno en el que prestan sus servicios, también de los órganos encargados de la revisión documental y física, así como de la implementación del ejercicio del gasto de las dependencias en los tres órdenes de gobierno.
Hay que señalar que todos los gobiernos tienen la obligación de dar información acerca del uso de los recursos públicos y poner a disposición de los ciudadanos la información para que la conozcan todos aquellos interesados en saber en qué se gasta, como se gasta y para que se gasta. Hasta ahora la principal premisa es que un gobierno democrático funge como guardián de la información que tiene de los ciudadanos. Pero también es preciso señalar que una cosa es la transparencia y otra la rendición de cuentas.
Hasta ahora, la transparencia ha sido pilar fundamental de los gobiernos democráticos porque asegura que no se produzca actividad alguna relacionada con la corrupción. Para decirlo más claro, transparencia es algo claro, evidente, que se comprenda sin duda, ni ambigüedad. La exigencia ciudadana ha propiciado cambios en las diversas legislaciones para obligar a los funcionarios públicos a informar acerca de lo que se hace, cómo se hace y para que se hace y más cuando está de por medio el dinero de los contribuyentes.
En los tiempos que vivimos la transparencia y la revisión de cuentas tienen que ser principios fundamentales del quehacer público, ya que lo que está de por medio es la viabilidad de la propia sociedad y la certeza en que las dependencias ejerzan con honestidad el gasto público. En función de que los tres niveles de gobierno que tiene esté país rindan cuentas sobre el ejercicio del gasto público, podremos aspirar a una sociedad con mayor confianza en sus gobernantes y eso tiene que ser el principal valor de aquellos que abrazan la tarea pública como profesión.
La buena noticia para los quintanarroenses es que la entidad se ubicó en el cuarto lugar nacional en la última medición del índice de transparencia del gasto en salud de las entidades de la Federación. Pero también habrá que señalar que del lugar 22 que tuvo en el año 2016, en 2021 se colocó en el tercer lugar del índice de transparencia y disponibilidad de la información fiscal. De esta manera, Quintana Roo asciende al top 5 de las entidades con mayor transparencia del país, de acuerdo a la última medición del índice del gasto de las entidades federativas.
Después de tantos sinsabores de los quintanarroenses, el estado se encuentra ahora en la posición cuatro, muy por encima de la media nacional al haber ganado más puntos y posiciones en la medición con respecto a 2021. El gobierno de Carlos Joaquín tuvo avances sustanciales en honestidad y transparencia, con rumbo, orden y rendición de cuentas. Pero también habrá que señalar que en el rubro de calidad de información de transparencia presupuestaria, el estado obtuvo por primera vez en la historia una calificación de cien. Enhorabuena para los quintanarroenses y su gobernador Carlos Joaquín. Al tiempo.
* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.
