Derecho de réplica

José Luis Montañez

 

• AMLO pide transparencia y que todo sea de conformidad a las normas

 

 

Después de la ola de hechos violentos en Quintana Roo, el fin de semana autoridades estatales reconocieron que miembros de la DEA y el FBI de Estados Unidos, además de la Policía Montada de Canadá, viajarían al estado para apoyar en labores de análisis y seguridad, no obstante, más tarde informaron, que no habría presencia de estas corporaciones, sino que sólo realizarán mesas de trabajo con el objetivo es coadyuvar para mejorar la estancia de los turistas en el Caribe mexicano.

Inicialmente, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, confirmó que los especialistas en seguridad extranjeros viajarían en dos semanas al estado para apoyar en labores de análisis y seguridad. Y es que, después de las balaceras en las que fallecieron dos canadienses, Estados Unidos emitió una alerta de viaje a Quintana Roo y advirtió a sus conciudadanos que se mantuvieran alertas sobre la actividad delictiva registrada en Cancún, Playa del Carmen y Tulum.

“En dos semanas estaremos teniendo la visita de instituciones internacionales de Estados Unidos y Canadá que vendrán a trabajar con nosotros en materia de revisión, de intercambio de información y mejora para tratar de evitar situaciones (de inseguridad)”, declaró a medios de comunicación locales. Sin embargo, después se retractó y aclaró: “Estuvimos en contacto con la embajada canadiense en la cual nos hacen una oferta para realizar mesas de trabajo y de intercambio de información. No habrá ninguna intervención del FBI en ninguno de los asuntos de seguridad en el estado de Quintana Roo, sin embargo, sí se coadyuva con ellos coordinación de información”.

De igual manera, reconoció que los destinos turísticos de Quintana Roo se han convertido en un punto de atracción para muchos delincuentes, tan es así que se ha detectado el incremento de armas de fuego. “Las condiciones se prestan para eso, un aeropuerto en el que recibimos muchísimas personas que vienen de distintas partes del mundo, que tienen diferentes intereses y que provoca precisamente que se convierta en un lugar muy apetitoso en determinados momentos para ese tipo de acciones”.

Sobre los recientes sucesos de violencia, destacó que “son extremadamente llamativos, es preocupante el incremento de armas en manos de los grupos delictivos, indudablemente es un hecho difícil y preocupante, al no conocer por dónde se introducen estas armas”, sin embargo, asegura que ya se están tomando medidas extraordinarias para frenar la ola de violencia en la entidad.

Finalmente, aseveró que es un trabajo conjunto entre autoridades, empresarios y sociedad civil “trabajamos con organizaciones empresariales para establecer una línea de acción de 10 puntos para incrementar la seguridad en establecimientos privados y así darles mayor confianza a los turistas”, dijo y en el caso del FBI y la DEA, insistió: “No es la presencia de agentes de cada una de estas agencias y mucho menos visitar por determinada acción o caso. Es el hecho de tener estos esquemas de coordinación e intercambio de información que se hacen a través de las embajadas con sus agregados de estas dependencias. Tenemos siempre un trabajo de coordinación con autoridades de Estados Unidos y de Canadá y tras el ataque en Xcaret, se determinó crear una mesa de trabajo”.

AMLO exige información clara

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó al gobierno de Estados Unidos, por medio del embajador Ken Salazar, información sobre el presunto operativo del FBI en Quintana Roo.

“Acaba de participar el FBI en un asunto en Quintana Roo y estamos pidiendo al embajador de Estados Unidos que nos informe sobre esta participación. Si hubo informes, si hubo cooperación de conformidad con las normas. No nos oponemos a que se trabaje de manera coordinada en contra del crimen, pero no podemos permitir que se viole nuestra soberanía”, destacó el mandatario federal.

El mensaje del Presidente es en el marco del nuevo estatus de las agencias estadounidenses en el vecino del sur. En diciembre de 2020, poco antes de que tomara posesión Joe Biden, López Obrador reformó la ley de seguridad nacional para poner orden en la actuación de los agentes extranjeros dentro de sus fronteras.

El movimiento tenía un destinatario claro: Estados Unidos y sus agencias policiales y de inteligencia que llevaban operando a sus anchas por todo el territorio mexicano desde hace más de una década y que han colaborado para detener y extraditar a decenas de criminales, algunos de la talla de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien está condenado a cadena perpetua.

Hay que recordar que recientemente, dos turistas canadienses, fueron asesinados en un tiroteo en el hotel Xcaret a la salida de Playa del Carmen y cinco días después, el gerente de otro local, denominado “ Mamita’s Beach Club”, apareció en el baño del establecimiento con dos balazos en la cabeza. Sobre ello, el fiscal del Estado, Óscar Montes de Oca, ha reconocido que se trata de hechos relacionados con el tráfico de drogas.

Ambos sucesos se añaden a una larga lista de crímenes ocurridos en Quintana Roo durante el último año, los cuales han precipitado la intervención del FBI, ya que de los aproximadamente 12 millones de visitantes al año, casi la mitad son de origen estadounidense.

La avanzada de la violencia en Quintana Roo también ha hecho que se disparen los mensajes de alerta de las autoridades estadounidenses a sus ciudadanos con vistas a viajar al caribe mexicano. “La actividad criminal y la violencia pueden ocurrir en todo el estado, incluidas las zonas frecuentadas por turistas estadounidenses”, se puede leer en el aviso del Departamento de Estado.

Y la semana pasada, el consulado de EU en Mérida, volvió a subrayar una nueva alerta de seguridad “a la luz de los recientes sucesos y la actividad de crimen organizado en varios destinos turísticos, recomendamos a los turistas estar alertas y tener en cuenta los teléfonos de emergencia”.

La FGE justifica trabajo coordinado con la DEA

Mientras tanto, el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Óscar Montes de Oca, justificó ante medios de comunicación nacionales que “los trabajos con el FBI en Quintana Roo, tras el asesinato de dos canadienses se debe a un proceso de capacitación y no viola la soberanía nacional ni el debido proceso. Los agentes del FBI acudieron al estado como parte de una petición realizada por la dependencia, la cual aún debe formalizarse ante las autoridades mexicanas correspondientes”

Insistió en que “era una petición, en particular a nosotros a través de la SEIDO. Se tiene que formalizar a través de las autoridades diplomáticas de nuestro estado, del Estado Mexicano, revisar lo que se pueda, sin violentar el debido proceso”, dijo el funcionario.

Asimismo, aclaró que las autoridades internacionales no intervienen directamente en el caso de los canadienses muertos y que se trata solamente de una colaboración de capacitación a sus agentes que fue solicitada formalmente a la Fiscalía General de la República (FGR). “La participación de las agencias (FBI, DEA y otras) más que nada se refiere a la capacitación al personal de nosotros, no a intervenir directamente en el caso. Ahí tal vez un intercambio de información, pero cumpliendo las formalidades que se requiere en estos casos, en la vía diplomática”, explicó.

En el caso de los canadienses asesinados en Xcaret, comentó que se investigan todos los tópicos del atentado y que ya existen dos personas imputadas, además de dos órdenes de aprehensión emitidas sobre otros participantes en la balacera.

“Entre los detenidos está una mujer que convivía con una de las víctimas y que también es de origen canadiense. En el caso de los prófugos que cuentan con orden de aprehensión, son el autor intelectual y el material”.

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