La operadora política Yensunni

A tiempo..!

Vladimir Galeana Solórzano*

 

Parece que no da pie con bola como se dice en el argot popular. La ineficiencia es suprema, la ineficacia brutal, el desconocimiento evidente, la preparación nula, la sensibilidad ausente, los resultados desastrosos, la suma de todos estos atributos han dado al traste en el equipo cercano de Mara Lezama, una de las candidatas más fuertes para alzarse con el triunfo en la elección venidera por la gubernatura de Quintana Roo. Yensunni Martínez sabe de política, lo que este escribidor de sinceréis lunar. O sea, nada de nada y lo peor es que a pesar de que no sabe, ella piensa que sabe, pero demuestra lo contrario.

Una campaña política se define como un proceso intenso de comunicación, planeado y comprobado, en un espacio de tiempo determinado. Y eso quiere decir que los tiempos siempre estarán en contra de los resultados. Pero hasta ahora, en el contexto en que se ha movido la alcaldesa de Othón Pompeyo Blanco es en esa ignorancia que no le permite visualizar que antes que pretender encabezar una causa política hay que desentrañar lo que significa esa particularidad que se define como campaña.

Por lo pronto, las críticas arrecian, las descalificaciones son constantes, los dislates muchos, las equivocaciones graves y la soberbia a todo lo alto. Ser presidenta municipal por azahares del destino no te hace especialista en campañas políticas y mucho menos en procesos de comunicación. Y como se dice en el argot popular, zapatero a tus zapatos y debió quedarse en esa adición que tuvo por los llamados TikTok que la hicieron popular, lo que le permitió ser tan conocida que hasta la votaron para elegirla presidenta municipal de la capital de Quintana Roo.

Sentirse operadora política no es lo mismo que ser operadora política, porque no es lo mismo apoltronarse en un mullido sillón que recorrer las calles buscando el voto, hablando con la gente, haciendo horas de caminata y roce con los ciudadanos, que «horas-nalga» arriba de un coche. Y no es que me tenga que solazar cada vez que escribo de ella, porque lo único que me provoca es tristeza, angustia y desesperación por su carencia de conocimientos y la enorme soberbia que la caracteriza que más bien es una forma de ocultar su irresponsabilidad.

Fue tanto el daño que le causó a la candidata morenista al gobierno de Quintana Roo, Mara Lezama, que ésta optó por deslindarse de ella, ya que tuvo la infinita capacidad para colocar a todos los miembros del grupo en su contra. Y eso habla de su infinita ignorancia por pensar que con su sola presencia los votos llegarían en demasía y porque los chetumaleños la siguen adorando. Tarde está descubriendo que no es lo mismo hacer TikToks que hacer una campaña política como la que quiere Mara Lezama.

Por lo pronto, ha sido separada de la campaña, pero ella piensa que una vez que su partido gane la elección, ella recibirá la felicitación del líder máximo por haber aportado dinamismo y su importante presencia para que Morena alcanzara nuevamente el triunfo. Bien dicen que la soberbia es la causante de todos los males y tener la soberbia a flor de piel simplemente porque es la alcaldesa de la capital del estado no la hace eficiente, por el contrario, se convierte en un fardo que, por desgracia, comienza a oler mal. Al tiempo.

vladimir.galeana@gmail.com

* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. en Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Ex presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.

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