• Con la finalidad de poder vigilar la correcta aplicación de los recursos en las organizaciones no gubernamentales, el obispo pide que participemos activamente en los asuntos del gobierno

Fernando Arias de la Cruz

Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, obispo de Cancún-Chetumal, dijo que la sociedad debe de ser más participativa, porque ya estamos llegando a esa madurez democrática, donde los ciudadanos debemos ser más responsables. (Foto: Santiago Rodas)

Cancún.– “Yo pienso, que todo lo que sea la sociedad civil organizada, estructurada con un tejido fuerte, con un consejo ciudadano con ONG’s y todo lo que sea estas instituciones intermedias, es clave para el desarrollo de una sociedad, es clave para el desarrollo de una ciudad; si no hay eso pues no funciona”, dijo el obispo de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, al cuestionarle sobre el encuentro del presidente de la República Felipe Calderón y el movimiento que encabeza el escritor Javier Sicilia.

Elizondo Cárdenas puso como ejemplo su reciente vista a la Isla de Cozumel, donde hay varias instituciones filantrópicas que reciben ayuda, apoyo y recursos del gobierno que aplican a los diferentes sectores desprotegidos como son los anciandos, las madres solteras, “que a esto que al otro”, porque son recursos disponibles del gobierno, lo único que hay que hacer es solicitarlos y cumplir con todos los requisitos que ahí se exigen.

“… hay recursos y el gobierno tiene obligación de administrar esos recursos, ¿pero a quién se los va a dar, quién va a administrar las posibilidades de ayudar a las madres solteras, a los ancianos, a los enfermos, si no hay organizaciones ciudadanas responsables, filantrópicas para poder hacer llegar (esos recursos)?.

El prelado confesó que en una plática con el presidente municipal Julián Ricalde Magaña, le hizo la recomendación de la creación de un Consejo Ciudadano, “pero que sea ciudadano no manipulado y manejado  por el cabildo o por la presidencia, si no que tengan voz independiente, fuerza y capacidad de aconsejar y de presionar para que se hagan las cosas, si los ciudadanos no se organizan y no presionan, pues los  baches no se llenan y las calles siguen llenas de baches”.

Al cuestionarle sobre la respuesta de la primera autoridad de Benito Juárez, Elizondo Cárdenas contestó que Ricalde Magaña está muy interesado, pero que el obispo sugiere que sea un Consejo que no obedezca a intereses partidarios, que sea independiente y mucho menos que esté presionado por las autoridades municipales.

“Que sea la sociedad, creo que ya estamos llegando a esa madurez democrática, en la cual no participamos una vez o cada 3 o 4 años, donde tenemos que votar al Presidente de la República y ya.

Si es que vamos a participar tiene que ser una participación constante, permanente, de exigencia de resultados y de propuestas, de presión para que se realicen  las propuestas, esto es evidente en todas las democracias maduras y  ya es tiempo que aquí crezcamos un poquito, porque estamos como que en pañales en la democracia”.

El purpurado abundó que sería interesante que se invitara a un miembro de la Iglesia para participar en ese Consejo Ciudadano, ya que “los sacerdotes, los pastores, son gente que están muy cerca del pueblo y saben del problema, saben las necesidades, saben lo que necesita esa gente, para salir adelante así que como consejero puede ayudar”.

Aclaró que el participar no quiere decir que se mezcle la política y la religión, sino más bien se pude buscar el bien común, se contribuiría con la sociedad que está muy atrasada “como estamos aquí en Cancún, pues por el crecimiento tan acelerado y tan desproporcionado, que nadie lo puede controlar fácilmente, somos todos los responsables del control y del orden y del progreso de nuestra ciudad”.

Elizondo Cárdenas hizo una recomendación a todos aquellos que buscan ser autoridades auxiliares, cuyas elecciones se llevarán a cabo el próximo 3 de julio: “lo primero es el pueblo, que ellos vean  y conozcan  a fondo las necesidades básicas, que se aboquen a buscar más que el poder, pues el ayudar y el bien de los más necesitados, cada uno puede poner sus prioridades y tener  sus  jerarquías de valores”.