Al tiempo..!
Vladimir Galeana Solórzano*
Se le hace tarde al Presidente de la República para seguir insistiendo en la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE) antes de que termine su periodo al frente del país, ya que después será muy difícil intentar su destrucción porque viene la etapa donde el poder comienza a decrecer y seguramente no habrá condiciones para intentarlo de forma definitiva. Así de simple la circunstancia en que los mexicanos nos encontramos ante la decisión de Andrés Manuel López Obrador por terminar de una vez por todas con el órgano electoral para manipular, en favor de la 4T, la decisión ciudadana.
Tanto los adversarios del Presidente como diversos actores políticos han cuestionado la decisión y el interés por destruir al órgano electoral antes de que sea demasiado tarde y se han dado a la tarea de lograr evitar que Movimiento de Regeneración Nacional cumpla con el mandato presidencial de acabar de una vez por todas con cualquier vestigio del presunto viejo régimen que pueda detener la intentona de alzarse con el control total del país al desaparecer a los órganos autónomos que tanto le han estorbado para sus fines.
De hacer realidad el propósito de regresar al pasado dejando de lado las autonomías para que se conviertan en apéndices de diversas dependencias para que no exista la posibilidad de que se pueda detener la intentona de Movimiento de Regeneración Nacional para desaparecer los contrapesos y las autonomías para que todo el aparato del Estado mexicano pueda ser manipulado por el hombre de Macuspana con tal de concentrar las decisiones en Palacio Nacional.
Desconozco cuántos mexicanos le creyeron al ahora mandatario cuando señalaba que era un demócrata convencido, porque lo único que ha mostrado y demostrado desde su llegada al poder es esa vocación autoritaria que siempre lo evidenció en sus momentos de enojo. Lo que más anhela, sin lugar a dudas, es una etapa de regresión a ese régimen en el que el mandatario no tenía contrapesos ni forma de manipular a organismos autónomos, como ocurre ahora.
El inquilino de Palacio Nacional sabe que el tiempo opera en su contra y seguramente observaremos una profunda radicalización para alzarse con el poder de todo el Estado mexicano para intentar cambiar la letra de la Constitución y mantener la posibilidad de reelegirse. Pero ante la eventualidad de que hasta ahora no cuenta con la mayoría calificada para cambiar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero como si es por ahí, poderosos caballero es Don Dinero y por desgracia no tendrá empacho en disponer de los recursos públicos para sus fines de mantenerse en el poder.
Si de algo podemos tener seguridad los mexicanos es que mantendrá la decisión a toda costa de sobornar a los miembros de las diferentes bancadas en la Cámara de Diputados para realizar el último intento por la permanencia al frente del poder presidencial. La ambición de poder en el actual mandatario ha sido una realidad durante toda su vida y podemos tener la seguridad de que tratará de una u otra forma detentar el poder, aun cuando alguna de sus “corcholatas” sea quien encabece el gobierno. Así de simple. Al tiempo.
* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. en Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Ex presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.