De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Extraña fue la reacción del gobernador Alfredo Del Mazo cuando en su cara, el secretario de Gobernación le espetó que era el consentido del presidente López Obrador.
La revelación pública lo dejó helado y solamente pudo expresar una tímida sonrisa, convertida en mueca, al escuchar al secretario de Gobernación, quien, indiferente, volteaba para otro lado.
Esa confesión de Adán Augusto no fue sorpresiva como tampoco lo es que su homólogo de Oaxaca, Alejandro Murat, hace la dupla de mandatarios cercanos al entorno del Ejecutivo federal.
Incluso en los mentideros políticos se considera que es tal la entrega de ambos priistas hacia los brazos “morenos” que, en su momento, uno de los dos podrá convertirse en candidato presidencial del Revolucionario Institucional.
Donde sí se prendieron los focos de alerta fue entre los priistas de todos lados, especialmente de la entidad mexiquense, ya que la revelación hace retornar que Del Mazo rindió la plaza.
Y es que la forma inadecuada en que mostró el rostro de la que será la abanderada priista al gobierno del Estado de México deja en claro el enredo en que estaba cayendo al retrasar la selección de la candidata.
La prisa le ganó a Del Mazo, toda vez que el crecimiento de Ana Lilia Herrera, rebasando a Alejandra Del Moral fue el principal motivo para acelerar el procedimiento que resultó ser nada terso.
Tan no lo fue que la diputada Herrera prefirió no asistir al “destape” de su compañera de partido y todavía no digiere los métodos usados por el gobernador para sacar a su “delfín”.
Sin embargo, la inconformidad de Ana Lilia no queda hasta ahí, ya que la ex senadora confía en que en enero se realice un método de consulta por medio de encuestas y será ahí donde probará que las mediciones le favorecen en todos los sentidos.
Pero cuando todo era alegría en el entorno priista por el descenso de Delfina Gómez en las preferencias, asoma de nueva cuenta el fenómeno de la desconfianza hacia Del Mazo, al que ya ven negociando la entrega del Estado de México a cambio de impunidad y la de su socio principal y, tal vez, un cargo diplomático.
Nuevamente asoman negros nubarrones en el horizonte priista que advierten un rompimiento de Ana Lilia, antes de las pretendidas encuestas de enero y que ante la tibieza del gobernador acabarán por hundir al tricolor, pero no solamente en el entorno mexiquense, sino que traerá con ello un bajón en sus pretensiones por recuperar algo del terreno perdido en las preferencias ciudadanas desde 2018.
Mientras en la cúpula partidista de esos estados se planea la rendición, como ya sucedió en Oaxaca, cuatro de los ocho personajes priistas que buscan la candidatura presidencial se reunieron para planear una estrategia que los lleve a culminar su aspiración. Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Claudia Ruiz e Ildefonso Guajardo, piensan que de ellos podría salir el abanderado.
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La aparición de Enrique de la Madrid en la pasarela priista dejó un buen sabor de boca, aunque él mismo se encargó de provocar un sabor amargo, cuando dijo que podría ser candidato de una gran alianza, aunque no participara el PRI en ella. Será duro constatar que ni el PAN o el PRD lo consideran como prospecto para esa gran alianza, ni siquiera con la oferta de llevar a Lilly Téllez como secretaria de Gobierno, en caso de ganar… El culebrón protagonizado por la filtradora Layda Sansores y su sofisticado grupo de espías irá a tribunales, luego de que el senador Ricardo Monreal no pretende quedarse con la abolladura nada más. El zacatecano anunció que procederá legalmente contra quien resulte responsable de la filtración de un supuesto mensaje en que negocia con Alejandro Moreno sobre los comicios en Zacatecas, dice que se trata de contenido basura y truqueado.