El desacato judicial

Al tiempo..!

Vladimir Galeana Solórzano*

 

Desconozco si Andrés Manuel López Obrador conoce la letra de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o simplemente no le parece lo que se lee en los textos de los diversos artículos, simplemente porque piensa que su voluntad está por encima de la Carta Magna. Los mexicanos hemos vivido azorados porque al primer mandatario le importa un comino lo que se asienta en las leyes de este país, y en las últimas semanas le ha dado por desacatarla.

Desconozco el estado de salud del inquilino de Palacio Nacional, porque esa circunstancia es un asunto de seguridad nacional, pero en ocasiones los especialistas han estado haciendo conjeturas acerca no tan sólo de su estado de salud, también de una posible alteración de su percepción de la realidad. Para decirlo más claro, Andrés Manuel López Obrador tiene ya diversos achaques que en cualquier momento podrían derivar en una alteración de su percepción de la realidad. Han sido evidentes las confusiones en que incurre, incluso en sus mañaneras.

Ahora le dio no tan sólo por legislar, sino de convertirse en el juez supremo del país porque ordenó a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana desobedecer los mandatos de los jueces, cuando se pretende liberar a delincuentes en un “sabadazo”. Lo peor de todo es que durante su conferencia mañanera hizo pública dicho mandato violentando la división de poderes como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Sin lugar a dudas, el primer mandatario tiene un problema de índole mental al determinar esta acción que tiene que realizar la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que por ningún motivo puede violentar una determinación del Poder Judicial en el caso de la liberación de detenidos, pero además dio la instrucción de que ellos mismos realicen la contraargumentación para evitar que alguien salga de la cárcel una vez que haya cumplido su condena o su encierro temporal.

Además, les dio la instrucción inapelable de que argumenten que “ellos tienen otros datos”, como siempre lo expresa cuando no tiene la razón, y esa es una misión de los Ministerios Públicos, que son quienes argumentan y sostienen las acusaciones, pero quienes también tienen que obedecer la letra de la ley porque nadie puede ser acusado de un delito si no existe una causa y razón que funde y motive el procedimiento. Lo de los “otros datos” no puede ser parte de la norma jurídica porque no existe en la letra de la ley y por muy Presidente de la República que sea, no puede violentar las decisiones de uno de los Poderes de la Unión.

Si bien la Secretaría de Seguridad Pública tiene a su cargo la responsabilidad del Sistema Penitenciario, por ningún motivo pueden contravenir las decisiones de los juzgadores, que para eso está el Consejo de la Judicatura. Y esta circunstancia muestra y demuestra que el Presidente de la República tiene problemas con la realidad. En lo personal, creo que ante las muestras de extravío de la realidad que tiene López Obrador, se tendría que dictar un acuerdo en el sentido de valorar su estado mental para determinar si es apto para seguir desempeñando el encargo de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Al tiempo.

vladimir.galeana@gmail.com

* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. en Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Ex presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.

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