Al tiempo..!
Vladimir Galeana Solórzano*
Bien dicen por ahí que “en todos lados se cuecen habas” y esa ha sido una expresión ciudadana cuando de estereotipar o epitetar se trata a las distorsiones provocadas por la ineficiencia gubernamental y los excesos que se cometen desde el poder público. Pero también hay que señalar que esta no es una particularidad única, porque la deformación de las instituciones siempre responde a los intereses de quienes detentan los cargos en el ejercicio gubernamental, pero sobre todo, a ese mal que nunca hemos podido erradicar y al que llamamos corrupción.
En lo personal creo que la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, quien lleva menos de dos meses al frente de su cargo, tiene muchos problemas que resolver y la mayor parte de ellos provienen de la misma operación que se realiza dentro de las esferas gubernamentales y más cuando las dependencias encargadas de coadyuvar en la imposición de sanciones presentan un brutal tortuguismo a causa de la falta de modernización de algunas dependencias encargadas de la impartición de la justicia.
En este país, la mayor parte de la población carcelaria tiene que esperar mucho tiempo para que su caso se resuelva y se impongan las penalidades del caso. Mucho ha desahogado esta circunstancia la decisión de ventilar los juicios de forma oral, como hasta ahora se realiza en todo el territorio nacional. Y eso quiere decir que se han logrado avances sustanciales, pero no ha sido suficiente porque los acuerdos que se dictan en cada uno de los juzgados penales tienen muchas fallas en su operación, y desde luego que esta particularidad trastoca el desarrollo de los procesos judiciales.
Para decirlo más claro, el noventa por ciento de la población femenina privada de su libertad en alguno de los centros penitenciarios del estado de Quintana Roo, como en otras latitudes, no han recibido sentencia desde que en el año 2016 entró en vigor el nuevo Sistema Penal Acusatorio, cuyo objetivo principal era el desahogo de los juicios de forma más pronta y expedita, para alcanzar una disminución de las personas privadas de su libertad y que durante mucho tiempo no se les imponía el fallo judicial al que se habían hecho merecedoras.
En Quintana Roo, de acuerdo con el informe de la Secretaría de Seguridad Publica y Protección Ciudadana, de 178 féminas que conforman la población carcelaria, 159 de ellas no han recibido una sentencia y siguen privadas de su libertad. Y esto quiere decir que el retraso en la impartición de justicia es garrafal y se tendrían que buscar nuevas formas de agilización de los procesos penales para evitar posibles actos de injusticia que en estos tiempos de modernidad son constantes, por la carencia de mecanismos de eficiencia penal.
Por lo pronto, hasta ahora 142 féminas están recluidas en Cancún y en Chetumal hay 17 de ellas, de acuerdo a la Plataforma Nacional de Transparencia. De las mujeres recluidas en Cancún, también están sufriendo encierro cuatro mejores de edad, dos niñas y dos niños. Esta circunstancia habla de que el perfeccionamiento de nuestro sistema de impartición de justicia está inconcluso, y esa tiene que ser una de las principales tareas de una nueva mística en el sistema penitenciario. Al tiempo.
* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. en Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Ex presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.
