Limitados, sus derechos y libertades

• Estado de México, Chiapas, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Guerrero, los estados con mayor incidencia

En México hay 17 millones de niños y adolescentes que viven en la pobreza, de los cuales 8.7 millones viven en comunidades rurales, de acuerdo a cifras del Coneval.

De acuerdo a cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en México hay 17 millones de niños y adolescentes atrapados en la pobreza, de los cuales 8.7 millones, viven en comunidades rurales de Estado de México, Chiapas, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Guerrero.

Estas condiciones de vida vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, impiden la satisfacción de sus necesidades básicas e imposibilitan su plena integración social, explicó José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Coneval.

En particular, la pobreza infantil y adolescente tiene dos rasgos particulares. El primero es la dependencia de las condiciones de vida de los adultos a su cargo. El segundo, la prolongación de sus efectos a lo largo de la vida de los niños y adolescentes, señaló.

Cruz Marcelo afirmó que es más preocupante la pobreza que desarrollan niños en las localidades rurales, los que pertenecen a viviendas indígenas, donde hay miembros con discapacidad, o el jefe o jefa del hogar tiene baja de escolaridad.

“Estos grupos tienen una mayor probabilidad de incidencia de estar en condición de pobreza multidimensional e incluso en pobreza extrema. Esta condición amerita que las políticas públicas de los tres niveles de gobierno se focalicen en aquellas áreas territoriales donde se requiera una mayor interacción, dada la prevalencia de pobreza en infantes y adolescentes”, dijo.

Entre las carencias que padecen destaca la falta de acceso a la seguridad social, con 58% del total en esta situación, seguido de los servicios de salud, los servicios básicos en la vivienda y la carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, así como la relacionada con el rezago educativo.

Dentro de la primera infancia, con cinco años o menos, 45.9% carece de servicios de salud, mientras que, en el caso de los niños de seis a 11 años, la tasa llega a 42.6%.

Destacó que en los infantes hay riesgos en cuanto a la ocurrencia de enfermedades prevenibles por vacunación, afectaciones a la salud mental y socioemocional, así como el desarrollo de enfermedades y su complicación por padecimientos crónicos.

En el caso de la alimentación nutritiva y de calidad, 21.2% de los infantes carecen de ella. “La ingesta de alimentos suficientes es responsable en gran parte del desarrollo cognitivo, motriz y socioemocional que impactará el resto de la vida de los ahora niñas, niños y adolescentes, futuros jóvenes y adultos en nuestro país”, detalló el líder del Coneval.

Empujados a trabajar

Las condiciones precarias en los hogares empuja a los infantes a laborar a pesar de su corta edad. En el país hay 3.7 millones de personas de cinco a 17 años que trabajan, según datos del Inegi

La Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022 estima que más de 3.7 millones de niñas y niños trabajan o realizan actividades económicas no permitidas alrededor del país. Esta cifra aumentó en 1.7 por ciento en comparación con 2019. Guerrero, Chiapas, Nayarit, Oaxaca y Puebla están entre las entidades con mayor tasa de trabajo infantil en el país.

El trabajo infantil en México clasifica las ocupaciones no permitidas de las personas menores de 18 años. Este concepto abarca todos los trabajos que realizan las niñas y niños con el objetivo de producir bienes y servicios destinados al mercado.