Continúa la batalla de 10 años
- Permisionarios señalan que los choferes de servicio privado no cumplen normas ni pagan derechos
Si los conductores de las plataforma de transporte privado quieren operar legalmente en aeropuertos de la capital del país, así como en los de Cancún, Guadalajara, Monterrey y Aguascalientes, deberán cumplir con las mismas normas y pagar los mismos derechos conforme al marco legal vigente, señalaron los taxistas permisionarios del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Reiteraron su plena disposición al diálogo respecto a la competencia de Uber, DiDi siempre y cuando se establezca un “piso parejo” en donde todos cumplan con las exigencias, pues señalan de no contribuir con el pago de cuotas del IMSS, Infonavit y federales.
Aseguran que firmas como Uber o Didi se llevan la mitad de los servicios de pasaje y que serían favorecidas por un decreto presidencial (que ya fue desechado) que les daría “todo el poder” para operar fuera de los normas establecidas por las autoridades del autotransporte federal.
Señalan que los permisionarios están obligados a contar con una licencia de carácter federal, a pagar mil 200 pesos anuales por la inspección física de sus unidades; pagar permisos y tarifas por operar en zonas federales; cubrir la renta por los módulos donde se venden los boletos y a cumplir con el servicio las 24 horas los 365 días del año con los mismos costos, sin importar los vaivenes de la demanda.
“Nosotros estimamos que se pierden en el AICM más de 3 mil viajes diariamente, lo cual es absorbido por las apps”, afirmó Hugo Orlando Guerrero Meléndez, representante legal de T & M Movilidad. Sostiene que al menos 6 mil servicios diarios son los viajes de servicios de taxis que produce el AICM.
“No le tenemos miedo a la competencia, sino que sea en términos pasajeros, equitativo y conforme a la ley y reglamento y con unidades cromatizadas que cumplan todos los requisitos de la autoridad”, apunta.
Temor de agrupaciones a desaparecer
“Si les damos entrada a las firmas de aplicación digital con una regulación laxa ocasionará que en un año desaparezcamos”, agrega Guadalupe Espinosa, representante legal de la empresa Casadey.
Asegura que no existen antecedentes de actos delictivos ni de inseguridad en los taxis de los permisionarios y exige el regreso de las autoridades a las zonas federales para que cumplan con su trabajo y apliquen la ley.
Además pide a la sociedad que tome conciencia de este tema y que use taxis autorizados con el fin de proteger su integridad física y viajar de forma segura, pues, afirma, son vehículos identificados y autorizados por la ley en los aeropuertos de todo el país.
La representante de los taxis del AICM, Alejandra Arianna Esquivel, rechaza que los permisionarios se hayan negado a permitir el ingreso de las plataformas a las zonas federales, “ya que nunca ha estado permitido y siempre ha sido violatorio por parte de los taxis de plataformas”.
Afirma que los taxis del AICM no están en condiciones de ninguna negociación, porque empresas como Uber o Didi son plataformas, y los taxis autotransporte federal, lo que “legalmente implica considerables diferencias”.
En todo el país hay 7 mil 500 taxistas con permisos federales para ofrecer servicios en los aeropuertos administrados por Grupo Aeroportuario del Centro Norte, Grupo Aeroportuario del Sureste, Grupo Aeroportuario del Pacífico, Sedena, Semar y ASA.
En las terminales 1 y 2 del AICM hay más de mil 500 taxis que movilizan a gran parte de los 48 millones 415 mil pasajeros que arriban y salen cada año.
Uber y DiDi piden regulación para operar en aeropuertos
Por su parte, laa Alianza In México, que agrupa a diversas plataformas digitales de transporte privado y de delivery, hizo un llamado al gobierno de México para retomar los cambios legislativos que regulen su operación en aeropuertos, luego de las restricciones que la administración del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) estableció para su operación.
La utilización de plataformas digitales requiere de reglas claras, especialmente ante el creciente arribo de turistas -14.7 millones de visitantes anuales, de acuerdo con datos de ONU Turismo- y por la celebración de eventos de gran calado en los próximos años, como el Mundial de Fútbol de 2026, en el que México es una de las tres sedes.
“Alianza In considera fundamental que existan reglas claras para la utilización de plataformas digitales; lo que ayudará a fortalecer la reputación de nuestro país y garantizar una experiencia excepcional para las miles de personas que visitarán México”, dijo la alianza, que agrupa a plataformas como Uber, Didi y Rappi, entre otras, en un comunicado.
En específico, la alianza solicitó a las autoridades finalizar los cambios el Reglamento de Autotransporte Federal y Servicios Auxiliares en lo referente al uso de plataformas digitales en los aeropuertos mexicanos. Días antes, organismos empresariales, como la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) lanzó la misma petición.
Como país líder en turismo podemos tomar en cuenta la experiencia de Brasil, España e Italia, países que han sido exitosos en la manera de implementar el acceso de conductores que usan plataformas digitales a sus aeropuertos”, explicó
Esos turistas, que contribuyen a una derrama económica millonaria y a la creación de empleos en el sector turismo, deben tener la oportunidad de elegir la alternativa de movilidad que mejor les convenga, refirió.
Mientras sigue la batalla, miles de turistas salen afectados
Mientras continúa la disputa de los dos bandos, miles de turistas y viajeros que arriban a la Ciudad de México se topan con la información de que la zona de abordaje de taxis de aplicación fue trasladada fuera del perímetro del aeropuerto, lo que causa el malestar de muchos, por lo alejado y la inseguridad.
Ante esta situación muchos deciden utilizar los taxis de base del aeropuerto que, en muchas ocasiones, se ven desbordados ante la enorme demanda del público. Ante esta situación, el AICM baraja la posibilidad de ampliar la flota de taxis de base para cubrir la demanda.
“Es muy incómodo salir hasta acá”, dice Eduardo Cruz, un turista de El Salvador, de 61 años. Es la primera vez que él y su esposa visitan la Ciudad de México. “El servicio de Uber es importante y debería de existir la opción de tomarlo adentro del aeropuerto”, agrega Sulma Figueroa.
“Se arruina un poco la magia del viaje de turismo”, dice el esposo molesto mientras sostiene el celular. Faltan cuatro minutos para que llegue su chofer. Junto a ellos, otros viajeros arrastran sus maletas a un costado del boulevard Puerto Aéreo, una vía rápida en la que pasan camiones y vehículos a toda velocidad. Bajo un puente, fuera de los terrenos del aeropuerto, un fuerte olor a orina recibe a los viajeros con una cara poco amigable de la capital del país.
Hace dos semanas, después de no llegar a un acuerdo entre las dos partes y ante las amenazas de protestas y bloqueos, el gobierno federal decretó que ninguna plataforma puede operar dentro del aeropuerto, debido a la legislación vigente, y obligó a estas empresas a recoger viajeros fuera de las lindes del aeropuerto.
La propuesta del gobierno buscaba regular el servicio de taxis por aplicación con una serie de requisitos como un examen médico y un permiso para que las plataformas pudieran recoger pasaje, sin embargo, los sindicatos de los taxistas rechazaron el acuerdo por considerar que ellos cumplen con requisitos más estrictos y cuotas más elevadas.
Pero, Uber asegura que cuenta con una suspensión que lo blinda frente a la prohibición.
Uber cambió para siempre la concepción
que se tenía del transporte privado
La llegada hace 10 años de los taxis por aplicación a México cambió para siempre la concepción que la gente tenía del transporte y modificó la conducta de los usuarios. Estos cambios, impulsados por la tecnología, empujaron las reglas del juego y pusieron contra las cuerdas al sector del taxi que requiere de una actualización y modernización. De igual manera, la legislación de 1993 quedó rebasada por las nuevas formas de viajar.
Actualmente, Uber mueve a ocho millones de personas a la semana solo en Ciudad de México. Tan solo en las terminales 1 y 2 del aeropuerto estas plataformas son utilizadas por más de 4,000 personas al día, según datos del aeropuerto capitalino.
El problema entre los taxistas y las plataformas resulta más complejo de lo que parece en un inicio. Hay implicaciones políticas, económicas y sociales por ambas partes. La ley mexicana es explícita sobre los requisitos necesarios para ser un taxi del aeropuerto, por tratarse de una zona federal.
Mientras continúa la disputa de los taxistas de base y de plataformas, miles de turistas y viajeros que arriban a la CDMX se topan con la información de que la zonas de abordaje de taxis de aplicación ha sido trasladada fuera del perímetro terminales, lo que causa el malestar de muchos, pues éstas están alejadas y son inseguras