Síganme los buenos… Hasta siempre Chespirito

  • El fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños conmociona a México y al mundo
  • La gente no paró de ovacionar al fallecido comediante y en el estadio Azteca se escuchó rugir a todo pulmón: “Se ve, se siente, El Chavo está presente”
  • Este lunes su cuerpo será sepultado en el Panteón Francés
Gloria Carpio

 

El actor, comediante, dramaturgo, escritor, guionista, compositor, director y productor de televisión mexicano nació el 21 de febrero de 1929. Y fue en 1971, cuando él tenía 42 años de edad que comenzó a probar las mieles del éxito con su programa Chespirito.

La gente no paró de ovacionar al fallecido comediante y en el estadio Azteca se escuchó rugir a todo pulmón: “Se ve, se siente, El Chavo está presente”.

Siempre he pensado que hay personas que deberían ser eternas, por lo que enseñan, hacen reír y logran que su país, en este caso México, sea distinguido a través de su creatividad y talento.

Tú, Roberto Gómez Bolaños Chespirito, eres una de esas personas que deberían ser eternas y nunca partir, gracias de corazón por todo lo que nos has aportado y que por medio de tu talento, tus personajes, tus frases y todas tus ocurrencias vivan para siempre en nuestros corazones.

Recuerdo el año 1993 cuando en pleno éxito teatral de la puesta en escena 11 y 12, la cual tuvo 28 mil funciones, escrita y dirigida por Roberto Gómez Bolaños Chespirito, tuve la fortuna de realizarle una entrevista exclusiva para el periódico Diario de Querétaro, en ese entonces con toda la sencillez del mundo, educado, fino, sin prisas y sumamente amable, la gran estrella que fue y siempre será Chespirito, me recibió en su camerino del Teatro Libanés y al darme detalles de su brillante e inalcanzable trayectoria me compartió un pan de dulce, que sacó de una bolsa muy parecida a la de su personaje El doctor Chapatín, bolsa de la que nunca sabremos qué contenía, aunque tal vez haya sido el pan que tanto le gustaba a Roberto Gómez Bolaños, porque como dicen “las penas con pan son buenas”.

En la entrevista, Roberto Gómez Bolaños quiso destacar que siempre estuvo agradecido con el director cinematográfico Agustín P. Delgado, ya que fue quien lo bautizó con el mote de Chespirito, derivado del diminutivo de la pronunciación españolizada del apellido de William Shakespeare (fonéticamente Chekspir), debido a la estatura de Gómez Bolaños y por el talento de este para escribir historias que asemejaba a las de Shakespeare.

Fue una entrevista tan amena, tan memorable, que aún la guardo en mi corazón, porque Chespirito fue mi mayor y primer ejemplo que los genios como él son las personas más sencillas del mundo. En cambio, su hoy viuda, Florinda Meza, quien logró una trayectoria al ser la esposa de Roberto Gómez Bolaños, pues de no haber sido su esposa, dudo mucho que hubiera destacado al ser una persona sumamente odiosa, sangrona y maleducada. Entrevistarla era perder el tiempo al tener como respuestas sólo monosílabos….

Y nunca olvidaré que en aquella entrevista, Roberto Gómez Bolaños me dijo que todos los sueños se pueden hacer realidad, sin importar la edad, pues él comenzó a saborear las mieles del éxito cuando tenía 42 años a través de su siempre añorado y amado personaje El Chavo del 8.

Al año de que logré la entrevista exclusiva con Roberto Gómez Bolaños, tuve la fortuna y bendición de recibir una llamada en ese entonces del productor Ramiro Jiménez El Pollo, para que me encargara de la conferencia de prensa y de la estancia de todo el elenco de la puesta en escena de 11 y 12 en Querétaro, y yo sin siquiera llegar a las dos décadas de vida, cumplí con el objetivo y 11 y 12 abarrotó el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, durante sus dos funciones en un solo día.

Hoy, al igual que muchos latinos, me duele la partida de un genio como lo es Roberto Gómez Bolaños, quien dejó un importante legado tanto en la televisión, cine y teatro.

Hoy, nos duele saber que el gran genio Roberto Gómez Bolaños Chespirito murió el viernes 28 de noviembre en su casa en Cancún, a los 85 años, a causa de insuficiencia respiratoria.

En esa ciudad de Quintana Roo residió durante los últimos años, debido a su estado de salud.

La familia de Gómez Bolaños agradeció las muestras de afecto de los seguidores del actor, quien recibió el domingo un homenaje en el estadio Azteca de la ciudad de México.

LIBERAN PALOMAS BLANCAS EN EL ESTADIO AZTECA

Más de 200 niños y adolescentes disfrazados como los personajes de El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado liberaron palomas blancas en memoria de Roberto Gómez Bolaños Chespirito, durante el homenaje póstumo que se le rindió en el estadio Azteca de esta ciudad.

Los infantes, quienes estudian en el Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa y el Coro de Niños de México interpretaron el tema “Gracias, por siempre” al concluir la homilía de cuerpo presente celebrada por monseñor Diego Monroy, debajo de una carpa al centro de la cancha del recinto deportivo.

Después, con el mariachi Gama 1000 interpretando el tradicional tema “Las golondrinas”, el féretro fue cargado por seis elementos de seguridad y durante nueve minutos recorrió las cuatro esquinas de la cancha escoltado por los niños, quienes lanzaban porras en su honor.

Con lágrimas y cara de tristeza, el público despidió a su ídolo arrojándole flores blancas y aplaudiéndole de pie.

Minutos después, Florinda Meza, viuda de Chespirito, exigió que la gente a su alrededor se retirara, para que ella pudiera liberar una paloma blanca que llevaba en la mano.

Después de besar al ave, visiblemente molesta, pidió a un camarógrafo dejara de grabarla.

Trascendió que los restos mortales del comediante, actor y productor Roberto Gómez Bolaños serán llevados este lunes al Panteón Francés de esta ciudad.

“Se ve, se siente, Chespirito está presente”, gritaba el público, mientras que en el sonido ambiental se escuchaba el tema “Gracias por siempre”, compuesto para este acontecimiento.

Desde la carroza, en la que se colocaron dos estatuas de bronce con las figuras de El Chapulín Colorado y El Chavo del 8, así como diversos arreglos florales, seis personas descargaron el féretro color caoba para colocarlo en medio de la cancha, debajo de una estructura donde se realizó la ceremonia católica de cuerpo presente.

QUICO CAUSA SORPRESA AL ACUDIR A DARLE EL ÚLTIMO ADIÓS A CHESPIRITO

El actor Carlos Villagrán, mejor conocido por su personaje de Quico, causó sorpresa al acudir a dar el último adiós a su ex compañero, Roberto Gómez Bolaños Chespirito, durante su homenaje póstumo en las instalaciones de Televisa San Ángel.

Luego de muchos años de distanciamiento por cuestiones laborales, Carlos Villagrán regresó a México para estar presente durante la misa privada que se ofició en honor del comediante Roberto Gómez Bolaños.

“Muchas gracias por su interés, es un momento muy doloroso y los quiero mucho”, dijo el actor, quien mostró un semblante de desconcierto ante las constantes interrogantes de la prensa nacional y extranjera.

Ahí, Villagrán dijo que nunca hubo rencillas entre él y Roberto. “No las hubo y menos en estos momentos. Esos tiempos ya pasaron y quedaron atrás, ahora lo que tenemos es un duelo por un genio y un talento que hemos perdido”, comentó.

Pero ante la insistencia sobre el tema, el actor explicó que no recordada exactamente cuándo, pero ellos se habían reencontrado.

“Nos dimos un beso y abrazo. Han pasado muchas cosas, pero nada malo. Él estaba retirado del trabajo, radicando en Cancún”, expuso.

“Sabíamos que estaba mal”, comentó Villagrán, al reconocer que le aprendió todo lo que sabe de Bolaños y “estoy totalmente agradecido con él”.

LA HISTORIA DE UN GENIO LLAMADO CHESPIRITO

El actor, comediante, dramaturgo, escritor, guionista, compositor, director y productor de televisión mexicano nació el 21 de febrero de 1929.

El creador de El Chavo del 8 nació en el seno de una familia muy humilde. Su padre, Francisco Gómez Linares dejó de existir dejando a sus tres hijos con su madre, Elsa Bolaños Cacho. Esta admirable mujer luchó mucho para sacar adelante a sus tres hijos pequeños Francisco, Roberto y Horacio. Según lo cuenta el mismo Roberto, su padre solía actuar y disfrazarse a escondidas, pues por esos años el trabajo de actor era muy mal visto. Se desempeñaba como retratista. Llevaba, sin duda, el arte en las venas.

Cuando don Francisco falleció, le dijeron a sus hijos que había “ido al cielo”. Así, el pequeño Roberto esperó a su padre por muchos meses en la ventana de su casa esperando que llegara, hasta que por fin supo que nunca sería así.

Su madre, viuda a la edad de 32 años, trabajó con todo el amor del mundo para mantener a sus pequeños, y pudo levantar al fin un pequeño edificio de condominios con locales comerciales en el primer piso y tres departamentos en los pisos superiores. Sin embargo, la mujer no pudo continuar con los pagos del préstamo y el banco decomisó la propiedad que tanto esfuerzo había costado levantar. Así tuvo que ir con su familia a vivir en las accesorias comerciales.

A pesar que vivieron muchas dificultades económicas que limitaron sobremanera su estilo de vida, según cuenta don Roberto, “mi mamá era tan sensacional que nunca me di cuenta que estábamos pobres. Nunca me compró una bicicleta, un tren eléctrico, pero nunca me faltó una pelota. Fui superfeliz. Ella se mataba trabajando, de eso me di cuenta después”.

Pocos saben que Don Roberto Gómez optó por la carrera de ingeniería y que estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México. Sin embargo, no concluyó los estudios, pues el arte fue el bichito que cambió su destino para siempre. Así, la vida le tenía deparado un destino diferente que lo convertiría años después en el mejor comediante del milenio que pasó.

Su talento lo llevó a trabajar como creativo en la agencia de publicidad D’Arcy a los 22 años de edad. Y en el período de 1960 a 1965 en su faceta de guionista, realizó los libretos de los programas “Cómicos y Canciones” y “El Estudio de Pedro Vargas”, que fueron tremendos éxitos por esa época. Su nombre, empezó a sonar con fuerza entre los ejecutivos de la cadena. En 1966 Mario Moreno “Cantinflas” eligió los guiones de don Roberto para una serie que se llamaría “El Estudio de Cantinflas”. Sin embargo, debido a las altas pretensiones económicas del talentoso actor, el patrocinador que era la Cigarrera La Moderna, canceló el proyecto. En 1968 da su gran ingreso a la pantalla chica, vía TIM (Televisión Independiente de México) quienes le dieron la oportunidad de tener su secuencia de media hora “Los Súper Genios de la Mesa Cuadrada” y “El Ciudadano Gómez” dentro del programa “Sábados de la Fortuna” que tenía 5 horas de duración. Poco a poco el rating reveló que la gente veía más esa secuencia del programa y finalmente en 1970 se le dio la oportunidad de tener su programa propio al que llamó Chespirito todos los lunes en el horario estelar de las 8 de la noche.

Fue justamente en ese programa donde a la edad de 42 años, da rienda suelta a su imaginación creando los personajes que todos conocemos: El Chómpiras, El Dr. Chapatín, El Chapulín Colorado y el que sería su más grande éxito El Chavo del Ocho. Cuando era sólo un sketch del programa, El Chavo, no tenía aún los personajes como siempre lo hemos conocido. Por ejemplo se sabe que Don Ramón trabajaba y La Chilindrina no era su hija. Así, la gente fue respondiendo mucho más con este personaje junto con El Chapulín Colorado (que inicialmente iba a ser verde, pero por cuestiones técnicas tuvo que haerlo rojo) hasta que el programa quedó chico y así en 1972 Don Roberto tuvo a su cargo 2 programas más que serían superéxitos por muchos años más: El Chavo del Ocho y El Chapulín Colorado.

Debido a su permanente inclusión, primero accidental, de la desaparecida letra “CH” en los nombres de personajes, objetos y lugares de sus creaciones, decidió hacerlo su sello personal. Inclusive su nombre, cuando quedó inmortalizado como Chespirito por el director de cine Agustín P. Delgado, debido a su gran talento y trascendencia comparables a Shakespeare. Bolaños era según el director “un Shakespeare chiquito”. Y como no podía ser muy latinoamericano el “Shakespirito” quedó finalmente como Chespirito.

A partir de 1980, Don Roberto continuó con su brillante trabajo creador al frente del programa Chespirito, donde El Chavo y El Chapulín volvían a ser bloques para compartir su inmortal suceso con el terrible Dr. Chapatín; Los Caquitos con la estrella El Chómpiras; La Chicharra con el singular periodista Chambón y los irremediables Loquitos con Chaparrón Bonaparte. Jamás olvidó de interpretar personajes tan entrañables como “Charles Chaplin”, “El Gordo y el Flaco” y hasta el propio Chespirito, donde podía realizar cualquier papel. El programa funcionó muy bien todos esos años. Sin embargo, ante las irremediables pérdidas de un buen porcentaje de su elenco original, la renuncia de Gómez a seguir dando vida al Chavo, y a su deseo de producir, decidió dar por finalizado su exitosísimo ciclo como actor de televisión hacia la segunda mitad de los noventas.

Pero la obra de Don Roberto no se limita a la televisión. También ha sido seducido por la pantalla grande, llegando a ser director de Televicine y además ha realizado varias películas.

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