Derecho de réplica

José Luis Montañez

 

• Decretan como área natural protegida el Parque Nacional del Jaguar, en Tulum

 

 

Mientras continúa la polémica por la continuación, o no, de las obras en el Tramo 5 del Tren Maya que arrastra una larga lista de amparos en su contra, ahora el gobierno federal ha salido para decretar como área natural protegida el Parque Nacional del Jaguar, situación que los ambientalistas ven con buenos ojos, pero se niegan a celebrar, ya que afirman es una “cortina de humo” para ocultar la devastación ambiental que representa el primer proyecto mencionado.

Y es que el polígono dos de la zona de protección se encuentra a dos kilómetros del área de desmonte de selva para el proyecto ferroviario, mientras que el polígono núcleo se encuentra aproximadamente a siete kilómetros de la obra del Tren Maya, es decir que la proximidad entre uno y otro proyecto es muy corta y de cualquier forma no se está respetando a la naturaleza, desde los ojos críticos de los grupos ambientalistas.

Mientras tanto, el gobierno federal, con el refrendo de los titulares de las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, declaró un área de dos mil 249 hectáreas como un espacio protegido, con lo que se busca salvaguardar un total de 982 especies de flora y fauna.

Al mismo tiempo, la selva ha comenzado a dividirse por el desmonte iniciado en el kilómetro dos de la carretera que conecta a la zona arqueológica de Cobá, con motivo de las obras del Tren Maya. Donde los trabajos avanzan de sur a norte con la intención de conectar en los siguientes días con la brecha iniciada en Solidaridad (Playa del Carmen).

José Urbina Bravo, uno de los promoventes del juicio de amparo indirecto 884/2022 que pretende proteger las cuevas inundadas en esta zona señaló que a través de este decreto, el gobierno les está dando la razón en cuanto a sus intenciones de protección ambiental y confirma que la demarcación es rica en recursos naturales. “Lo tomo como una buena noticia, pero nada para celebrar, me gusta pensar que esta zona está protegida por lo que es y no por una situación legal”.

Lamentablemente, dice, que, a pesar de las órdenes de suspensión, el gobierno federal sigue realizando trabajos. “El anuncio de decreto cobra vigencia esta semana, con lo que quedan prohibidas actividades de impacto ambiental en el lugar y sólo se destinará para tareas científicas, educativas, preservación, conservación del ecosistema. Pero el gobierno federal se encuentra realizando trabajos en los alrededores a pesar de las órdenes de suspensión emanadas de tres amparos”, concluyó Urbina Bravo.

Decreto ya entró en vigor

Hay que recordar que fue este miércoles cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador que declara área natural protegida, con el carácter de “área de protección de flora y fauna”, la zona conocida como “Jaguar”, en el municipio de Tulum.

El área protegida tiene una superficie total de 2 mil 249.7 hectáreas y se conforma de dos polígonos, una tiene una zona núcleo con una superficie total de mil 967 hectáreas y la otra es una zona de amortiguamiento que comprende una superficie de 282.6 hectáreas.

En el decreto se puede leer que dentro de la zona núcleo del área de protección de flora y fauna pueden realizarse actividades de preservación y conservación de los ecosistemas y sus elementos; investigación y colecta científicas; monitoreo ambiental; educación ambiental; aprovechamiento no extractivo de vida silvestre; turismo de bajo impacto ambiental; restauración de ecosistemas y reintroducción o repoblación de vida silvestre; construcción de infraestructura para las acciones de investigación científica y monitoreo del ambiente; y mantenimiento de la infraestructura fija y equipos de comunicación existentes.

Y queda prohibido verter o descargar contaminantes, como el glifosato, entre otros, en el suelo, subsuelo y cualquier cauce, vaso o acuífero, así como desarrollar actividades contaminantes; interrumpir, rellenar, desecar o desviar flujos hidráulicos; realizar actividades cinegéticas, acuacultura o explotación y aprovechamiento de especies de flora y fauna silvestres y extracción de tierra de monte o cubierta vegetal; Introducir ejemplares o poblaciones exóticas, exóticas invasoras o que se tornen perjudiciales para la vida silvestre, así como organismos genéticamente modificados; cambiar el uso del suelo; usar explosivos; acosar, molestar o dañar de cualquier forma a las especies silvestres de flora y fauna; alterar o destruir por cualquier medio o acción los sitios de alimentación, anidación, refugio o reproducción de la vida silvestre; realizar obras o actividades de exploración o explotación mineras; Abrir bancos de material, extraer material pétreo o materiales para construcción; hacer uso del fuego o fogatas, y las demás que ordenen las leyes generales del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, de Vida Silvestre y otras disposiciones jurídicas que resulten aplicables.

En su momento, el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer Falcón, informó que el nuevo parque Jaguar incluye la restauración de zonas degradadas, el desarrollo de actividades productivas como la apicultura para el cuidado del ecosistema, estrategias de conservación de la flora y la fauna con énfasis en especies endémicas como el jaguar.

Tren Maya en Playa, con muchos detractores

Por otro lado, empresarios de Quintana Roo descartaron la propuesta hecha por grupos ambientalistas, en la que plantearon regresar a la carretera federal 307 (Cancún-Playa del Carmen) la construcción del Tramo 5 del Tren Maya y con ello evitar el daño ecológico y arqueológico en la región.

No obstante, los líderes empresariales, refieren que la propuesta presentada por el Grupo Ecologista del Mayab (Gema) es inviable por razones ambientales, logísticas y económicas, es decir, que aseguran que solo se agravarían las cosas.

Lenin Amaro Betancourt, presidente de la Comisión de Turismo de la Asociación Nacional de Consejos Empresariales Regionales (Ancer), declaró que varias organizaciones acordaron con el gobierno estatal que las obras del Tramo 5 del Tren Maya no pueden ser sobre la carretera. “No sólo fueron los empresarios, sino también sindicatos y ONG´s, se hizo una rueda de prensa y estuvieron todos los sectores para solicitar dicho cambio y se hizo una carta y se mandó a Palacio Nacional; nadie se manifestó en contra”. Con ello, asegura que se evitará el colapso vial en la Riviera Maya, “a la que llegan aproximadamente 50 mil turistas al día y evitamos otro tipo de adecuaciones, cómo reubicar una terminal eléctrica que se encuentra cerca de la carretera”.

Amaro Betancourt agrega que es inviable regresar dichas obras a la carretera federal, porque ya se volvieron a plantar árboles en la zona, por lo que se tendrían que volver a quitar.

Mientras tanto, Iván Ferrat Mancera, presidente Consejo Coordinador Empresarial del Caribe del Caribe (CCE), negó las acusaciones de ambientalistas y activistas de que el gobierno federal cambió el trazo del Tren Maya para favorecer a dicho sector. “El desvío del tren de la carretera hacia dentro no tiene que ver con ningún beneficio para algún empresario, sino que tiene que ver con no ahorcar la única vía de acceso vial hacia los hoteles”.

Grupo México confirma salida del proyecto

Grupo México confirmó que ya no está a cargo de la construcción del Tramo 5 del Tren Maya y reveló que su utilidad se desplomó 45.9 por ciento en el segundo trimestre respecto del mismo periodo del año pasado.

La empresa de Germán Larrea reconoce que la terminación anticipada del contrato que ganó en el año 2021 ocurrió de común acuerdo con el gobierno. “Ha habido suspensiones del proyecto que estábamos construyendo en Playa del Carmen y Tulum, por lo que hubo un acuerdo mutuo con el gobierno, donde declararon el proyecto de seguridad nacional y lo entregamos a la Secretaría de la Defensa Nacional”, declaró Francisco Zinser, director general de Grupo México Infraestructura.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que el contrato con Grupo México y Acciona para la construcción de dicho tramo del tren se terminaba de manera anticipada debido a la declaratoria de seguridad nacional que se dio a la construcción.

Ese tramo estaba a cargo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo; sin embargo, en 2021 lo adjudicó a Grupo México por 17 mil 815 millones de pesos.

Finalmente, se reveló que de acuerdo con su reporte trimestral, entre abril y junio de este año la compañía ganó 489 millones de dólares, cifra muy inferior a los 905 millones de dólares que reportó en los mismos meses del 2021.

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