- Brilla con luz propia ante sus bellezas naturales, cultura y una vasta historia que data de la Guerra de Castas
Cancún.— Encabeza Mara Lezama Espinosa los festejos del 173 aniversario de la Fundación del Pueblo de Dolores, hoy Isla Mujeres, con una sesión solemne, aunado a eventos culturales recreativos, artísticos y deportivos, que enmarcaron a uno de los destinos turísticos más importantes de Quintana Roo y el Caribe mexicano, que este verano se mantiene al 100 por ciento.
La presidenta municipal del periodo 2021-2024, Atenea Gómez Ricalde, aseveró que Isla Mujeres es un municipio próspero, un pueblo mágico y un destino predilecto para visitantes nacionales y extranjeros, que año con año regresan y contribuyen con la promoción más efectiva, que es de boca en boca por la calidez de su gente y servicios de calidad.
Punta Sur, donde alumbra el primer rayo de sol en México, de acuerdo a la presidenta municipal, es un ejemplo del majestuoso del desarrollo de la isla y belleza de la isla, ya que tan sólo en 2022, en compañía del secretario de Turismo de México, Miguel Torruco Marqués, y de la gobernadora Mara Lezama Espinosa, inauguraron la segunda etapa del Parque Escultórico, que es un sitio obligado para visitar.
De acuerdo a su historia, a los 173 años de su fundación, Isla Mujeres brilla con luz propia ante sus bellezas naturales, cultura y una vasta historia que data desde la Guerra de Castas (hecho que comenzó en julio de 1847) contra la población de blancos llamados criollos y mestizos los cuales buscaron refugio en la ínsula donde llegaron para quedarse.
El cronista de la ciudad, Fidel Villanueva Madrid, relata que un 17 de agosto de 1850 se fundó en Quintana Roo la población de Dolores, hoy Isla Mujeres, en donde las familias se tuvieron que adaptar a las condiciones que tenían luego de escapar de la Guerra de Castas, refugio de más de 250 pescadores mayas y yucatecos.
Migrantes encontraron refugio en el pueblo de Dolores
Los migrantes, al llegar se encontraron con tierras ya exploradas por los mayas, ya que el origen de Isla Mujeres, se remonta a inicios del siglo XVI, según indican los vestigios y observatorios mayas o faros que se alumbraban los huecos de sus paredes con antorchas para que los navegantes lo vieran, al estar ubicados en la parte alta, al sur de la isla, en donde se aprecia los acantilados y el reventar de las olas.
La provincia maya Ekab era un santuario importante dedicado a la diosa Ixchel, por eso las antiguas jóvenes mayas acudían a venerarla y darles ofrendas, que las ayudara a pasar a una etapa de crecimiento física y espiritual para dar paso de la niñez a la madurez, porque para ellas Ixchel era patrona del tejido, la Luna, la felicidad y la abundancia.
El Instituto Nacional de Historia y Antropología, informó el descubrimiento de ruinas mayas y piezas de diversos materiales en la Hacienda Mundaca. Hay evidencia de cinco edificios mayas, uno de los cuales podría ser el verdadero templo de la diosa Ixchel y la ruina del punto sur simplemente un faro. El INAH también encontró y tiene más de 100 piezas de obsidiana, jade y esqueletos y cráneos humanos.
Estatuillas de mujeres dieron origen a su nombre
La isla fue descubierta por los españoles durante una expedición comandada por Francisco Hernández de Córdoba en el año 1517, una vez que los conquistadores llegaron a sus playas y observaron estatuillas de oro, plata y arcilla de Ixchel, la bautizaron como Isla Mujeres.
En consecuencia, su historia, también está vinculada con la piratería, ya que sus primeros pobladores contaron que convivieron con el pirata español Fermín Mundaca y Marecheaga, traficante de esclavos en Cuba, que se refugió en su hacienda fortificada en la isla, hoy es un sitio con un alto valor cultural.
Empero, Fermín Mundaca y Marecheaga no fue el único, los pobladores también cuentan leyendas vinculadas con dicha actividad en donde se menciona a piratas como Henry Morgan y Jean Lafitte que encontraron en la isla el lugar idóneo por la ubicación estratégica de la isla, más las tranquilas aguas de la Laguna Macax.
Entonces, los migrantes, tuvieron que esforzarse aún más para poder sobrevivir en dichas condiciones y con el paso de los años aprovechar y explotar los recursos naturales tal y como hicieron sus primeros pobladores mayas, es decir, hacer de ésta su actividad primordial como la comercialización de especies marinas, además de cosechar sal.
De esta forma avanzó todo un siglo, con lento crecimiento de población, pero sus bellezas naturales como corales, sus blancas y cristalinas playas, engancharon casi de inmediato a los amantes del buceo y nado a partir de la segunda mitad del siglo XX, para después dar paso al desarrollo turístico.
Avance y prosperidad que, permitió que las primeras familias dejaran un legado importante para las nuevas generaciones, al también entrarle al desarrollo económico, como sucedió con los Magaña, Martínez, Figueroa, Velázquez, Celis, entre otros que son parte de la historia del pueblo de Dolores, hoy Isla Mujeres.