De frente y de perfil

Ramón Zurita Sahagún

 

 

El título de coordinador de campaña presidencial es un premio que reciben personajes cercanos al candidato o candidata presidencial, para que armen la operación de la ruta que se seguirá en sus recorridos por el todo el país, supervise el proyecto de gobierno, colaboren en la definición de candidatos y aseguren un cargo importante en el gabinete al triunfo del candidato.

Con ese cargo han estado varios personajes que al siguiente sexenio se convirtieron en candidatos presidenciales y, en su mayoría, sucesores en la silla presidencial.

Miguel Alemán tuvo esa función en la campaña de Manuel Ávila Camacho y ganó la Presidencia en la siguiente administración, lo mismo sucedió con Adolfo López Mateos y otros más que no lograron el triunfo en las urnas, aunque sí fueron candidatos. El malogrado Luis Donaldo Colosio fue el coordinador de campaña de Carlos Salinas de Gortari; Josefina Vázquez Mota, candidata sí fue, pero perdió en las urnas. Alemán consiguió ser secretario de Gobernación; López Mateos, del Trabajo, Colosio, presidente del PRI y titular de Sedesol; Josefina, secretaria de Educación y así por el estilo con otros que fueron coordinadores y parte del gabinete, pero no candidatos presidenciales como Manuel Bartlett Díaz.

Por eso llama la atención que Adán Augusto López haya sido designado coordinador político de los comités de Defensa de la 4 Transformación, la antesala de la coordinación de campaña de Claudia Sheinbaum, después de desempeñar un triste papel como aspirante presidencial.

Adán tuvo todo para ser candidato, menos la humildad, sencillez y carisma necesario para acercarse a la gente.

Sus continuos roces con los asistentes a sus eventos, similares a los protagonizados en su tránsito por la Secretaría de Gobernación, mostraron lo irascible que podía ser en situaciones difíciles.

Repartía codazos en los empujones, agredía a los que exigían su atención, sin importar si eran hombres o mujeres, ni la edad de los mismos, ni las condiciones físicas en que se encontraban.

Adán nunca fue el mismo desde que creció como personaje cercano al presidente López Obrador y recuperó el estilo mostrado en su paso por la Cámara de Diputados, cuando arrojó unos billetes de juguete al entonces secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, al que acusó de corrupto en la tribuna de San Lázaro.

Ese estilo marcó el derrotero del tabasqueño que creció entre los miembros del gabinete, debido a los apoyos del Ejecutivo federal, quien lo incluyó entre las “corcholatas” finalistas, lo que animó a diversos grupos, especialmente a los gobernadores para apostar por su nominación.

Varios de ellos gobernadores cambiaron de caballo, ya que el tabasqueño como secretario de Gobernación los engatusó para que respaldaran su eventual candidatura, varios de ellos se encontraban comprometidos con Claudia o Marcelo, antes del cambio de gallo.

Esos gobernadores y gobernadoras viven ahora la orfandad de quien ni siquiera pintó en la sucesión de López Obrador, siendo relegado al cuarto lugar, detrás de la ganadora Claudia, Marcelo y hasta Fernández Noroña.

No importó que el secretario de Gobernación contratara asesores de lujo y de los que más cobran, ya que su pequeñez de mira lo desvío por otros rumbos y dejó de ser el llamado “plan B” para la sucesión presidencial.

Adán se dejó atrapar por el oropel que lo rodeaba y se creyó lo que le decían, tanto así que hasta guapo, simpático e inteligente se sintió, lo que lo desvío del rumbo trazado y las consecuencias están ahí a la vista de todos.

El tabasqueño fue necesario para levantar la mano de Claudia, ya que se anticipaba que Marcelo se rehusaría a hacerlo, pero de ahí a que coordine la campaña de Claudia hay un gran trecho.

De Adán se especulaba, no le alcanza para ganar, pero se mantendrá como “plan B” y podrá negociar algunas candidaturas a gobernador, tanto en Tabasco, como en Chiapas y hasta en Puebla empujaría a sus alfiles.

Hoy su hermana, Rosalinda, Yolanda Osuna, Alejandro Armenta, Ignacio Mier, Sergio Gutiérrez Luna y otros más se llaman damnificados, sin gran futuro.

¿De qué le servirá Adán a Claudia? De poco, se afirma, por lo que su rudeza lo puede llevar a durar poco en el cargo que le dieron.

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En serio, Cuauhtémoc Blanco aspira al gobierno de la CDMX o es pura finta para meterlo como aspirante a la alcaldía que lleva su nombre. el ex futbolista ha sido un desastre como gobernante en Morelos.

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